Crían una rara y amenazada especie de coral en laboratorio

Coral
Foto: MARK VERMEIJ
Europa Press Ciencia
Actualizado: lunes, 16 marzo 2015 10:51

MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Una especie de coral del Caribe raro y amenazado se ha cultivado y ha crecido con éxito en el laboratorio, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto 'BMC Ecology'.

   El trabajo, cuyos resultados se presentarán en la Conerencia Anual TED ('Technology, Entertainment, Design') que se celebra en Vancouver, proporciona las primeras fotos y documentación de crías de esta especie y podría proporcionar información para ayudar a reforzar la conservación de los arrecifes de coral local.

   El coral caribeño Pilar ('Dendrogyra cylindricus') es raro y se ha estudiado poco y pequeñas crías de esta especie nunca se han visto en más de 30 años de estudios en el Caribe. La especie es uno de los pocos corales en el Caribe que forma grandes ramas, que pueden proporcionar refugio a importantes especies importantes de peces y reducir la energía de las mareas provocadas por la tempestad a medida que se acercan a la costa.

   La autora principal del trabajo, Kristen Marhaver de la Fundación CARMABI en la isla caribeña de Curazao, explica: "Por extraño que parezca, los corales Pilar suelen desovar sólo media hora antes que otro coral amenazado que se estudia mucho mejor, los corales cuerno de alce". Así, cree que el motivo por el que durante tantos años nunca se ha visto el desove de esta especie de coral ha sido que se ha fijado siempre la atención en el coral cuerno de alce.

   Los corales Pilar forman una forma única de 'pila de humo' como ninguna otra especie de coral y muestran un comportamiento de apareamiento inusual en comparación con el desove de la mayoría de las especies de coral. La mayoría de los corales de desove son hermafroditas, liberando grandes cúmulos de huevos y esperma. Los corales Pilar, que sólo desovan en un par de noches específicas del año, construyen colonias que son machos o hembras.

   Los machos liberan primero esperma en el agua de mar, seguido poco después por la expulsión de sus huevos individuales por parte de las hembras. Esto hace la investigación de la recogida y la cría de este especie extremadamente difícil.

   Kristen Marhaver, que comenzó este trabajo mientras que era investigadora postdoctoral en la Universidad de California, en Merced, Estados Unidos, describe: "Ahora que hemos criamos con éxito crías de corales Pilar en el laboratorio, no sólo los podemos estudiar con más detalle para averiguar qué factores podrían estar amenazando su supervivencia en la naturaleza, sino que también significa que podemos tratar de llevar un pequeño número de la planta de vuelta al arrecife".

   "No sabemos si esto va a funcionar y realmente no es una cura para todo el arrecife. Pero sobre todo en una especie de coral tan rara, un pequeño impulso de unos pocos nuevos individuos podría marcar una gran diferencia en su diversidad genética, permitiendo que sus poblaciones se adapten y se vuelven más resistentes a los cambios del entorno en los océanos", explica.

   Después de estudiar las puestas del sol y los ciclos lunares de otras observaciones de desove, el equipo de investigación programó su recogida de huevos y esperma en torno a los tiempos de desove anual más probables, exactamente tres noches después de la luna llena de agosto y alrededor de 100 minutos después de la puesta del sol.

   A profundidades de 6-7 metros en un arrecife de coral de Curazao con una gran población de corales del Pilar, estos científicos distribuyeron redes y embudos sobre las colonias femeninas para recoger automáticamente los huevos y empleó jeringas cerca de las colonias masculinas para recoger manualmente los espermatozoides a partir de nubes de desove a media que aparecieron.

   Posteriormente, el equipo trató de fertilizar los huevos mezclando los huevos recolectados y los espermatozoides bajo el agua y en la costa. En el laboratorio, el equipo ajustó cuidadosamente varios factores relacionados con los tiempos de fertilización y el tipo de agua de mar y crió los huevos hasta convertirse en larvas. Consiguieron hacer crecer con éxito los embriones hasta la etapa de natación de las larvas -algo que es la primera vez que se ha visto-- y los instalaron en trípodes de cerámica en tanques de agua. Entonces, las crías se establecieron sobreviviendo durante más de siete meses.

   Ahora que han determinado la mejor manera de cultivar este coral en el laboratorio, el trabajo puede centrarse en estudiar los diferentes factores que afectan a su supervivencia. Al poner a prueba en el laboratorio el efecto del tipo de agua, contaminantes o la presencia de diferentes especies de animales y bacterias, estos expertos pueden traducir estos resultados en el medio silvestre y explicar por qué las crías de corales Pilar no están presentes en ciertas áreas, ayudando a apoyar la protección costera local.

   Las poblaciones de colonias de coral con ramificación son frecuentemente genéticamente idénticas, lo que les hace extremadamente susceptibles a amenazas tales como la enfermedad y el choque de temperatura. Por ello, el equipo planea llevar crías desarrolladas en el laboratorio hasta el arrecife para ver si crecen y ayudan a reactivar la diversidad genética de la población. Esto podría ayudar a las especies a adaptarse y volverse más resistentes a amenazas como el cambio climático.

   También existe una creciente evidencia de que los corales jóvenes pueden, en algunos lugares, adaptarse mejor a los cambios del entorno que los corales adultos. Por lo tanto, introducir nuevas crías al arrecife podría ayudar a defender a estos ecosistemas de las amenazas globales que afectan a todos los corales.

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