Una criatura sin sinapsis come por digestión externa mediante control celular

   MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Un animal marino multicelular sin órganos, Trichoplax, muestra una conducta alimenticia que puede incluir la coordinación celular, lo que resulta en la digestión externa de alimentos.

   Es la conclusión de un estudio publicado el 2 de septiembre en la revista de acceso abierto PLoS ONE por Carolyn Smith y sus colegas del Instituto Nacional de Salud en Bethesda, Maryland.

   Trichoplax es un pequeño metazoo marino en forma de disco sin neuronas reconocibles y músculos que se mueve mediante cilios en forma de pelos. A pesar de tener sólo seis tipos de células, mientras que los humanos tienen alrededor de 200, y ningún sistema nervioso, Trichoplax parece coordinar una compleja secuencia de comportamientos que culminan en la digestión externa de algas.

   Los autores de este estudio combinaron imágenes de células vivas con el microscopio electrónico para observar el comportamiento alimentario de Trichoplax en escalas que van desde el animal entero a la subcelular.

   Observaron que cuando Trichoplax se desliza sobre una mancha de algas, sus cilios dejan de funcionar y se detiene, lo que indica su capacidad de controlar su cuerpo entero. Los autores encontraron que las células de un determinado tipo de célula, llamados lipofilas, segregan simultáneamente gránulos cuyo contenido romper rápidamente las algas. Esta secreción parece estar dirigida, lo que indica que el organismo tiene el control local, ya que sólo las lipofilas cerca de las algas liberan los gránulos. Trichoplax también parecía hacer una pausa mientras ingería el contenido de las algas, y luego reanudó su movimiento.

   El control global de deslizamiento parecía estar coordinado con el control local exacto de la secreción de las lipófilas, que los autores sugieren indica la presencia de mecanismos de comunicación e integración celular. Los autores concluyen que este nivel de comprensión mecanicista de la digestión externa en un animal moderno puede proporcionar una ventana a la comprensión de la evolución temprana de la digestión y los sistemas de control de la misma.