MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Creamos palabras para etiquetar a las personas, lugares, acciones, pensamientos y mucho más, con el objetivo de poder expresarnos de manera significativa a los demás.
¿Ofrecen naturalmente las capacidades cognitivas compartidas por los humanos, y la dependencia de los idiomas, un medio universal para la organización de ciertos conceptos?. ¿O es que el medio ambiente y la cultura influyen de forma única en cada lengua?.
Usando una nueva metodología que mide cómo de estrechamente se relacionan los significados de las palabras dentro y entre las lenguas, un equipo internacional de investigadores ha revelado que, para muchos conceptos universales, las lenguas del mundo tienen una estructura común de relación semántica.
"Antes de este trabajo, poco se sabía acerca de cómo medir --en el sentido cultural-- la proximidad semántica entre conceptos", dice el co-autor y profesor del Santa Fe Institute, Tanmoy Bhattacharya. "Por ejemplo, ¿están los conceptos de sol y la luna cerca el uno del otro, ya que ambos son manchas brillantes en el cielo? ¿Qué hay de la arena y el mar, ya que están cerca? ¿Cuál de estos pares es el más cercano? ¿Como sabemos?"
La traducción, la cartografía de los significados de las palabras relativas a través de las lenguas, proporcionaría pistas. Pero examinando el problema con rigor científico, la necesidad de una prueba empírica significa denotar el grado de relación semántica entre conceptos.
Para obtener respuestas fiables, Bhattacharya necesitó cuantificar plenamente un método comparativo que se utiliza comúnmente para inferir la historia lingüística cualitativamente. Él y sus colaboradores habían desarrollado previamente este método cuantitativo para estudiar los cambios en los sonidos de las palabras a medida que lenguas evolucionan.
"La traducción descubre un desacuerdo entre dos idiomas sobre cómo los conceptos se agrupan en una sola palabra", dice el co-autor Hyejin Youn. "El español, por ejemplo, agrupa "fuego" y "pasión" en "incendio", mientras en swahili agrupa "fuego" con "ira" (no con "pasión"). El estudio se publica en Proceedings.
Para cuantificar el problema, los investigadores eligieron algunos conceptos básicos que vemos en la naturaleza (sol, luna, montaña, fuego, etc.). Cada concepto se tradujo del inglés en 81 idiomas, y a continuación, de nuevo al inglés. Sobre la base de estas traducciones, se creó una red ponderada. La estructura de la red se utilizó para comparar las formas de partición de conceptos en los idiomas.
El equipo encontró que los conceptos traducidos forman consistentemente tres grupos temáticos en una red, densamente conectados dentro de sí mismos y débilmente entre sí: el agua, los materiales naturales sólidos, y la tierra y el cielo.
"Por primera vez, ahora tenemos una herramienta para cuantificar cómo de universales son estas relaciones", dice Bhattacharya. "Lo que es universal - y lo que no - acerca de cómo nosotros agrupamos los significados nos enseña mucho acerca de la psicolingüística, las estructuras conceptuales que subyacen en el uso del lenguaje."