MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Se cumplen 10 años del último lanzamiento del transbordador espacial de la NASA Columbia. La nave comenzó su misión el 16 de enero de 2003 y acabaría desintegrándose dos semanas más tarde, el 1 de febrero, en su reentrada en la atmósfera terrestre. En el suceso fallecieron sus siete tripulantes.
El Columbia fue uno de los primeros transbordadores de la agencia espacial estadounidense. Comenzó sus vuelos en 1981 y su actividad fue continuada. Entre sus misiones más reconocidas están la que protagonizó el primer vuelo del 'Spacelab' construido por la Agencia Espacial Europea (ESA), y en 1999 puso en órbita el Observatorio de Rayos X Chandra.
Sin embargo, la misión más recordada del Columbia fue la su última visita al espacio, en la que presentó problemas desde su lanzamiento. Según relata la NASA, en el momento del despegue, el orbitador recibió un impacto en la parte inferior del ala izquierda, provocado por el desprendimiento de un trozo de espuma de poliuretano, aislante del tanque externo. El impacto, que ocurrió en los primeros minutos después del lanzamiento, perforó un par de paneles detrás del borde de ataque, cerca del pozo del tren de aterrizaje.
Este hecho no fue percibido por los tripulantes ni tampoco durante la misión, pero fue clave para los problemas que se desencadenaron en su vuelta a la Tierra. Las perforaciones que tenía el transbordador facilitaron la entrada de del plasma que se forma durante la reentrada a la atmósfera, ocasionando la destrucción por fusión de la estructura interna del ala izquierda, lo suficientemente grande como para producir una desestabilización y desprendimiento.
Pocos minutos después de la hora programada para su reentrada, los informativos del mundo empezaron a transmitir imágenes del transbordador desintegrándose en el aire. Los fragmentos del transbordador quedaron esparcidos por los Estados de Tejas, Louisiana y Arkansas y los siete tripulantes fallecieron en el acto. La NASA tuvo que aislar a los familiares que habían acudido a Cabo Cañaveral (Florida) a recibir a los tripulantes.
Ante este suceso, el entonces presidente, George Bush, envió un mensaje televisado a los estadounidenses asegurando que el programa espacial de la NASA no se iba a cancelar. Aún así, sí que se cancelaron las misiones al espacio mientras se investigaba cuáles habían sido los fallos que habían llevado al transbordador a la destrucción.
Este proceso duró dos años, tiempo que se tardó en retomar la actividad espacial, con el lanzamiento del transbordador Discovery.