Un gas empleado en los televisores planos provoca fuertes emisiones de efecto invernadero

Actualizado: jueves, 23 octubre 2008 23:53


SAN DIEGO, 23 Oct. (OTR/PRESS) -

Un gas utilizado para la construcción de televisiones de pantalla plana provoca fuertes emisiones de efecto invernadero, al menos cuatro veces más potente de lo que se estimaba anteriormente. El triflourido de nitrógeno, que es como se denomina el gas, es 17.000 veces más potente para el efecto invernadero que el dióxido de carbono. Las últimas estimaciones apuntan que en 2008 se emitirán 5.400 toneladas a la atmósfera, una cantidad que aumenta un 11 por ciento cada año.

Según un estudio llevado a cabo por investigadores del Scripps Institution of Oceanography de la Universidad de San Diego, un gas utilizado en la construcción de televisiones de pantalla plana, microcircuitos, monitores o paneles solares, provoca fuertes emisiones de efecto invernadero, 17.000 veces más potentes que el dióxido de carbono. El descubrimiento fue realizado gracias a la utilización de nuevas técnicas de análisis, que permiten medir la cantidad de gas en la atmósfera, algo que antes era imposible.

Así, el equipo dirigido por el profesor de geoquímica del Scripps, Ray Weiss, pudo realizar las primeras mediciones de trifluorido de nitrógeno, que es miles de veces más potente a la hora de contaminar la atmósfera que el dióxido de carbono. "Medir con precisión pequeñas cantidades de trifluorido de nitrógeno siempre ha sido un difícil reto experimental, y estamos muy contentos de haberlo logrado", explicó Weiss, en el artículo que será publicado en octubre de 'Geophysical Research Letters'.

MÁS DE 5.000 TONELADAS

Los investigadores, anteriormente, estimaban que en 2006 la cantidad de este gas en la atmósfera era de 1.200 toneladas métricas, pero tras los datos obtenidos, se demostró que las medidas reales eran 4.200 toneladas métricas. Además, esta cantidad se verá incrementada en 2008 hasta las 5.400 toneladas métricas, lo que representa un aumento anual del 11 por ciento. Anteriormente se creía que este tipo de gases no eran tóxicos, por lo que su control no fue regulado en el Protocolo de Kyoto de 1997, cuando se intentó limitar la emisión de gases de efecto invernadero. Por eso, ahora los investigadores solicitan que el gas sea incluido en la lista de gases de efecto invernaderos regulados por Kyoto.

Durante la investigación, el equipo de Scripps estudió muestras de aire recogidas durante los últimos 30 años, y para ello contó con la colaboración de la NASA y la fundación 'Global Atmospheric Gases Experiment' (AGAGE), una red de estaciones terrestres que fue creada en la década de los 70 ante la creciente preocupación internacional sobre los efectos de los productos químicos en la capa de ozono.