Los nuevos satélites deberán cargar más combustible para volver a la Tierra

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Europa Press Ciencia
Actualizado: sábado, 4 abril 2009 14:39




   MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los satélites de nueva generación deberán cargar más combustible para facilitar su vuelta a la Tierra y, de esta manera, evitar convertirse en basura espacial, según coincidieron expertos participantes en la V Conferencia Europea sobre Basura Espacial celebrada en la ciudad alemana de Darmstadt esta semana.

   Así, el jefe de la Oficina de Control de Operaciones de Satélites de Observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés), Miguel Canela, explicó a Europa Press que el satélite contaría con un tanque adicional de fuel que, al final de la vida útil del aparato, permitiría una mejor desorbitación.

   No obstante, el científico habló del aumento de costes que supondría la medida: "La lanzadera tiene que transportar una masa adicional que cuesta mucho dinero en el momento del lanzamiento". Asimismo, otro de los inconvenientes es la masa límite que permite la propia lanzadera. Los expertos tendrían que despojar al satélite de algunos instrumentos o componentes si desean que cumpla con los límites de la lanzadera y, a la vez, albergue el combustible para entrar en la atmósfera.

   A la hora de traer de vuelta a la Tierra a los satélites no operativos, la cantidad de fuel juega un papel determinante en las maniobras de desorbitación que llevan a cabo los centros terrestres. En este sentido, Canela distinguió tres tipos de operaciones: desorbitación controlada, parcialmente controlada y desplazamiento a otra órbita.

   En el caso de la desorbitación controlada, el satélite tiene suficiente combustible al final de su vida útil --unos 25 años-- para, progresivamente, ir bajando la altura de su órbita en un período que puede alargarse hasta los diez días. "Todo el proceso se controla desde tierra: desde que se saca al satélite de su órbita hasta que entra en la atmósfera y se destruye", comentó Canela.

   Cuando el satélite tiene fuel, pero no el necesario para llegar a la atmósfera, el método se concentra en acercar el satélite lo máximo posible a la atmósfera hasta que los expertos frenan el proceso y la sonda entra sin control y, seguidamente, se quema.

   La tercera opción contempla aquellos aparatos que tienen el tanque al mínimo. "En estas circunstancias los quitamos de las órbitas de donde están. Normalmente se trata de satélites geoestacionarios o de órbita baja, de observación", indicó a la vez que apuntó distintos procedimientos para cada una de estas clases de satélite.

   "Intentamos bajar la órbita de los satélites de observación para que no pongan en peligro a otros satélites", anunció a la vez que matizó que "no hay una medida de desorbitación mejor que otras" sino que "hay que estudiar caso por caso". Eso sí, aclaró que, si se trata de satélites geoestacionarios, la única salida pasa por desplazarlos hacia alturas mayores.

   SATÉLITES PERDIDOS

   Por otro lado, Canela manifestó que puede darse un fallo en el mecanismo de control de los satélites, un hecho que interrumpe la misión. "En esas circunstancias, debemos cruzar los dedos, porque el satélite puede quedarse en la órbita en la que lo colocamos y, si además está 'habitada', puede suponer un problema para los satélites que funcionan", reconoció.

   En esta línea, apuntó que, en estos momentos, los esfuerzos de la comunidad científica se dirigen a mejorar la observación de la basura espacial y los algoritmos necesarios para establecer sistemas de alarma con la suficiente antelación. De esta forma, los centros de control puedan realizar maniobras que "ayuden a escapar" a los satélites de una colisión segura.


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