Madrid, 31 de enero de 2017.-
Hoy se consume más música digital que hace cinco años, y en el próximo lustro, el consumo se incrementará en un 18,7%, según los datos que recoge la consultora internacional PwC en su último informe sobre el sector de la música digital Perspectivas del Negocio del Entretenimiento y los Medios 2016-2020. España". Este aumento supondrá un impulso a un sector tradicionalmente amenazado por la revolución tecnológica de 174 millones de euros. Estos datos vienen a revertir una situación que arrastraba pérdidas continuas desde el 2001. La recaudación estimada por la consultora alcanza la cifra de 518 millones de euros frente a los 474 millones que se registraron en 2015. Uno de los grandes motores de este impulso a la industria musical llega de la mano del streaming que ya cubre más del 90% del negocio.
Según la consultora Quartz, en 2016 el consumo de servicios de streaming han superado, por primera vez en la historia de la música a la venta directa de música en formato digital. Esta tendencia se revela también en cuanto al consumo, que también registra aumentos mundiales notables.
La cruz a las perspectivas económicas del sector musical lo pone el descenso brusco de consumo en formatos físicos (CDs, sobre todo), que verá reducir sus ingresos aportados en más del 50% por ciento; la música en directo también se prevé que merme su volumen de negocios en los próximos años, si bien en su caso el descenso será residual. En parte, esta variación entre los canales de consumo, viene determinada por los cambiantes hábitos de consumo del ciudadano actual.
A lo largo de todo 2016, los organizadores de grandes festivales internacionales han insistido en que se han cubierto sus expectativas, habida cuenta que en los dos últimos años la oferta de festivales se ha multiplicado. Un ejemplo claro es el Festival Dreambeach Villaricos, que en la edición pasada ha roto todos los récords de participación. El Festival Dreambeach o Dreambeach como es conocido en el universo musical atrae cada año un espectáculo de música y ambiente únicos en España.
En este ámbito, el estudio señala que la aportación de este ámbito de la industria musical aportó al conjunto más de un 12%, concatenando dos años de subida tras el desplome de recaudación que supuso la entrada en vigor de la subida del I.V.A. que se aplica a estos espectáculos del 8% al 21% de carga impositiva.
Áreas tangenciales
De la mano de muchas de estas nuevas plataformas de consumo de música y contenidos musicales, como por ejemplo Spotify, han resurgido sectores a los que la democratización de la tecnología aplicada al universo musical. Tal es el caso de las productoras audiovisuales, que si bien en los años más duros de la crisis han subsistido mediante la producción del marketing de video con la ejecución de vídeo corporativo.
Otro de los sectores que se han visto impulsados por la tecnificación de la música es el vinilo, que actualmente está viviendo una segunda etapa dorada; como también lo están viviendo el sector de los auriculares bluetooth, en gran parte aupado por desarrollos de los grandes entes tecnológicos actuales, que han reavivado la búsqueda de auriculares baratos homologados para sus dispositivos móviles.
Los grandes beneficiarios, las plataformas
Entre las contradicciones que está viviendo la industria musical es el surgimiento de nuevos agentes que en muchos casos son los que absorben los beneficios extraordinarios que está generando el nuevo consumo musical. Los lamentos de la industria se elevan en este sentido, ya que, afirman, estamos asistiendo a un auténtico boom de las canciones populares, lo que conlleva un incremento de los ingresos que en algunos casos no están siendo referidos a los artistas o incluso a las discográficas, sino que recaen exclusivamente en las mismas plataformas de difusión del contenido.
Tal es el caso de los cantantes de mariachis en lima o cientos de cantantes folk apartados de los círculos más comerciales como los mariachis de México, que tanto en sus países como en sus relaciones con otros músicos internacionales están notando la incidencia de la merma de ingresos por actuaciones de música mexicana en Perú.
En definitiva, los nuevos canales de consumo de música como Spotify, que año a año continúan incrementando su volumen de usuarios activos, pueden suponer un factor de estabilización a una industria que los ha visto desde los primeros años como una amenaza y no como un aliado potencial.
Emisor: Promonet SL
