PRAGA, October 2 /PRNewswire/ --
-- Un innovador modelo demuestra que la protección de los injertos a largo plazo es además altamente rentable
Según afirma un innovador modelo sanitario sobre transplantes presentado hoy en el 13 Congreso de la Sociedad Europea para el Transplante de Órganos (ESOT), Praga, República Checa(1), las medidas que llevan a una adecuada protección a largo plazo para los riñones ya transplantados son altamente rentables y pueden ayudar a que los pacientes no necesiten de diálisis o de un nuevo transplante.
El equipo de transplantes del Hospital Universitario de Birmingham analizó los datos de 15.229 pacientes con transplantes de riñón de un periodo de 10 años obtenidos del registro y la base de datos de transplantes del Reino Unido, con el fin de estudiar los efectos de un año completo en el incremento anual de la proporción de transplantes de riñón que se mantienen en funcionamiento. Estudiaron el impacto de esta tendencia sobre las necesidades de diálisis y de otro transplante de riñón y evaluaron la rentabilidad de esta mejora.
Los investigadores del Reino Unido que desarrollaron el modelo analizaron los datos de un periodo de 10 años procedentes de más de 15.000 receptores de transplantes de riñón, y encontraron una relación significativa entre la supervivencia a largo plazo del injerto y la necesidad de efectuar un nuevo transplante o una diálisis de "rescate".
En el Reino Unido la supervivencia a 10 años de los riñones transplantados a pacientes entre los años 1985 y 1995 incrementó desde un 53,1% hasta un 63,7%.
Es sustancialmente más barato tratar a un paciente con un transplante de riñón en funcionamiento que a un paciente en diálisis. Por tanto, esta mejora de los resultados produce beneficios económicos acumulados. Por ejemplo, en 1995 el Reino Unido se ahorró más de 70 millones de euros al año gracias a la mejora de los resultados de transplante de riñón en 10 años desde 1985. Si se tienen en cuenta los efectos secundarios sobre los gastos, los ahorros totales pueden haber superado los 125 millones de euros al año. Los investigadores sugieren que estos resultados podrían aplicarse en otros países europeos.
Si los datos se extrapolan a Europa, lo que muestran es que:(2)
-- en un periodo de 10 años, cada 1% de mejora en la supervivencia del injerto reduce en 1.910 el número de pacientes europeos que necesitan diálisis
-- en el mismo periodo de 10 años, cada mejora del 1% en la supervivencia del injerto reduce en 950 el número de pacientes que necesitan un nuevo transplante
-- cuando los resultados se ajustan a los precios actuales, cada mejora del 1% en la supervivencia del injerto en el plazo de 10 años lleva a unos ahorros acumulados en toda Europa de 149.760.230 euros al año
El Dr. Paul Cockwell, Especialista Nefrólogo en Birmingham e investigador principal del estudio, comentó: "Estos datos muestran que conservando los riñones ya transplantados podríamos tener más órganos disponibles para los pacientes que esperan su primer transplante. Los beneficios económicos de los transplantes de riñón son bastante claros y los programas de transplantes deben recibir fondos suficientes para seguir mejorando los resultados a largo plazo. Esto beneficiará a los pacientes y será un claro ejemplo de lo que es 'invertir para ahorrar'."
Bibliografía
(1) Cockwell P et al. The impact of kidney transplant outcomes on end-stage renal failure programmes. Resumen presentado en el 13 Congreso de la Sociedad Europea de Transplante de Órganos (ESOT), Praga, República Checa.
(2) World Gazetteer. European population statistics, 2007. Disponible en: http://www.world-gazetteer.com/wg.php?x=&men=gpro&lng=en&dat... Accesible el 20 de septiembre de 2007.
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