Actualizado 20/12/2016 16:29
- Comunicado -

Sociópatas. ¿Soy uno de ellos?

PIXABAY
PIXABAY

Cerca de un 4% de la población puede portar los signos claros de un sociópata, pero estos no tienen por qué causarnos daños, sobre todo si tenemos suficiente información sobre ellos que nos ayude a diferenciarlos y, por lo tanto, a evitarlos

Madrid, 20 de diciembre de 2016.- La cantidad de películas, noticias y libros que nos invaden con la posibilidad de encontrarnos con un sociópata que pueda hacernos daño, causa entre la población una alarma constante de preocupación, que subyace en la convivencia diaria entre ciudadanos. Este miedo impide una relación normal entre los miembros de una misma comunidad, que establecen unas barreras que impiden que las relaciones sean fluidas, antes al contrario, se realizan con extremada desconfianza.

   Aunque según afamados psicólogos y estudiosos del tema, hay cerca de un cuatro por ciento de la población que puede portar los signos claros de un sociópata, estos no tienen por qué causarnos daños, sobre todo si tenemos suficiente información sobre ellos que nos ayude a diferenciarlos y, por lo tanto, a evitarlos.

   Una de las grandes lagunas informativas que tenemos al respecto de este tipo de enfermedades, es la confusión que generalmente tenemos al cometer el error de poner en el mismo nivel a los sociópatas y a los psicópatas. Aunque a nivel de diagnóstico, la sociopatía y la psicopatía se incluyen en la categoría de trastornos de personalidad antisocial, existen claras diferencias:

   La sociopatía. Es un trastorno de la personalidad que se da cuando las personas que la sufren pierden la noción de la importancia de las normas sociales y de convivencia; tanto legales, como sociales o morales y éticas. Son personas que trasgreden continuamente las normas, con una falta total de culpa y de respeto por la vida y los bienes de los demás.

Son personas que aplican la violencia como reacción. En prácticamente la totalidad de casos estudiados, sus vidas son consecuencia de haber sido modelados en un ambiente de marcada tendencia antisocial, donde la violencia ha constituido la forma aceptada y normal de solucionar los conflictos.

   La psicopatía. Aunque se les etiquete bajo el nombre de esta enfermedad, esto no explica gran parte de los actos que acometen. Su violencia es del tipo instrumental, puesta al servicio de sus intereses para conseguir algún tipo de objetivo, ya sean éstos intimidar a su víctima, obtener beneficios económicos, sexuales o de cualquier otra índole, o simplemente su satisfacción personal. No actúan por desobediencia a las leyes, o por transgredir las normas sin más, puesto que no ignoran las leyes, simplemente no les interesa cumplirlas, ya que se interponen entre ellos y sus objetivos.

   La diferencia fundamental entre ambas enfermedades es que mientras un psicópata es alguien capaz de reconocer que ha hecho algo mal, pero al que no le importa, un sociópata no llega a comprender que sus actos puedan causar perjuicio. Los primeros no comprenden que exista alternativa a obedecer sus deseos o instintos.

   El psicópata, como hemos subrayado, no es una persona que vaya cometiendo delitos por donde quiera que vaya, son muy difíciles de detectar porque son y actúan de forma muy similar a como lo hace el resto de la población. Puedes encontrarte con un psicópata en cualquier parte, ser tu compañero en el trabajo o incluso enamorarte de uno.

   Por otra parte, si alguna vez has sentido que tienes derecho sobre personas o cosas que no te han sido dadas, si eres rápido mentalmente y no puedes reprimir tu ira, mientes con demasiada frecuencia o no soportas el aburrimiento, tal vez seas tú mismo un sociópata y no te hayas dado cuenta. O tal vez conozcas a alguien a quien le vayan como anillo al dedo estas definiciones y tu miedo esté justificado cuando le ves. En este caso, puedes prevenir algún posible delito si sabes a ciencia cierta que tienes a un sociópata delante de ti y puede actuar en cualquier momento, observándolo y adelantándote a sus acciones.

   En definitiva, hay muchas razones para informarse bien sobre este asunto. Si quieres saber más en profundidad sobre estas personas, aprender a reconocer sus métodos y artimañas, a saber cómo actúan, a reconocerlos o a reconocerte como uno de ellos, entra en el enlace que te hemos mostrado. Tal vez te sorprenda y tengas demasiado cerca a alguno.

Relación entre sociopatía y delincuencia social

   Para que nos hagamos una idea aproximada y lo más acertada posible de los comportamientos dañinos que se producen en la sociedad, a causa de este tipo de personalidades, es conveniente saber qué dicen los expertos en la materia. La mayoría de los profesionales en las áreas de criminología, psicología y psiquiatría, concibe que el Trastorno de Personalidad Antisocial que sufren estos sujetos se caracteriza por una “predisposición persistente hacia la conducta antisocial”.

    Aunque la sociopatía no tiene reconocimiento oficial como trastorno, estos individuos no poseen los atributos necesarios para una vida en sociedad. Como decíamos en el punto anterior, suelen ser productos de una crianza negligente, incompetente, abusiva o en ambientes violentos. En gran parte es responsabilidad de los padres.

    La crianza de los hijos es decisiva en la sociopatía. La dinámica propia de un estilo educativo displicente y permisivo por parte de los padres resulta, con el paso del tiempo, en hijos incapaces de socializar en forma correcta y que, por lo general, cometen delitos, pues no se encuentran capacitados para reconocer las normas sociales, debido a la falta de normas por parte de los progenitores.

    Las personalidades antisociales responsables de la mayoría de los delitos no son psicópatas, sino sociópatas. Las personalidades sociópatas son más numerosas y representan un mayor problema social, teniendo en cuenta el aumento de los índices de delincuencia y violencia en la sociedad occidental. Así mismo, existe un mayor número de casos dentro de la población urbana que en la rural.

    En definitiva, los sociópatas son el producto fallido de una educación funesta e indisciplinada, pero no debemos olvidar que, no por ello, esto siempre da lugar a una persona con la que sea difícil entablar ningún tipo de vínculo. De hecho, es a las que el gobierno de la nación debería dedicar mayores esfuerzos, con una educación de base que evite la creación de estas personalidades y aparatos de reeducación para los casos ya existentes.

Emisor: www.psicoactiva.com   

Contenido patrocinado

Comunicados

Si quieres mejorar el posicionamiento online de tu marca, ahora puedes publicar tus notas de prensa o comunicados de empresa en la sección de Comunicados de europa press

Si necesitas asesoramiento en comunicación, redacción de tus notas de prensa o ampliar la difusión de tu comunicado más allá de la página web de europa press, ponte en contacto con nosotros en comunicacion@europapress.es o en el teléfono 913592600