Los centros de planchado ofrecen resultados profesionales y permiten trabajar en tejidos delicados. Estos y otros beneficios hacen que mucha gente se plantee cambiar su plancha tradicional por uno de estos
Madrid, 3 de abril 2017.- Aunque los dos sistemas se parecen y sirven para lo mismo, cuando hacemos una comparativa entre planchas convencionales y centros de planchado podemos ver que hay algunas diferencias significativas. Principalmente si se tiene mucha ropa que planchar, estos últimos ofrecen grandes ventajas frente a las primeras, como un menor tiempo de trabajo y un resultado más profesional. Por ello, quizás te interese decidirte por uno de estos cuando tengas que cambiar tu vieja plancha. Veamos de forma más extensa qué beneficios y cómo elegir la mejor opción.
Ventajas de usar un centro de planchado
Al llevar aparte el depósito de agua para generar vapor, los centros de planchado son mucho más ligeros que las planchas de vapor tradicionales, que tienen que incorporar este depósito en el cuerpo. Por tanto, a la hora de manejar la plancha, se puede ir más deprisa y no resulta tan cansado el estar moviendo el brazo de un lado a otro.
Otro beneficio es la capacidad para generar vapor que tienen. Esta es muy superior a la de las planchas normales, por lo que pueden ofrecer excelentes resultados en tejidos difíciles, como las cortinas o telas que no pueden soportar el calor de una chapa caliente. Este vapor además contribuye a eliminar olores y bacterias, dando una vida más larga a las prendas.
Un centro de planchado es más seguro que una plancha. Al necesitar una temperatura menor de lo habitual, los brillos que se producen a menudo en ciertas prendas no aparecen con este. También es mucho mejor a la hora de rellenar el depósito de agua, puesto que no hay peligro de que una salpicadura te queme la piel.
Dicho esto, conviene destacar que no hay porqué elegir entre uno u otro sistema. Al necesitar algo más de tiempo para estar en condiciones de trabajo óptimas, los centros de planchado son útiles cuando hay una gran cantidad de plancha que hacer. Si necesitas solamente plancharte una falda o marcar la raya de los pantalones, una plancha tradicional podrá hacerlo estupendamente. Aun así, lo normal es que la ropa para planchar se vaya acumulando y tengas un volumen mayor.
Qué tener en cuenta a la hora de comprar un centro de planchado
A la hora de decidir qué centro de planchado comprar, es importante centrarnos sobre todo en tres elementos: el tamaño del depósito de agua, la capacidad de presión y el vapor. En este sentido, cuanto más haya de todo, mucho mejor.
El tamaño del depósito. Es evidente que cuanto más grande sea el depósito de agua, más vapor se podrá generar y más tiempo podrás planchar sin tener que rellenarlo. En algunos modelos, el depósito se puede ir rellenando a medida que se utiliza.
Capacidad de la presión. Es un factor determinante en el precio de los centros de planchado, aunque se puede encontrar algún modelo barato con buena capacidad. Si es posible, elige uno que tenga control de presión para regular y adaptar está a las necesidades de cada momento.
El vapor. Fundamental para un planchado perfecto, el tipo de vapor varía dependiendo del modelo. Los hay que solo generan vapor de forma automática, mientras que otros tienen un botón para disparar un chorro más potente si es necesario. Algunos solo tienen esta función y producen vapor cuando pulsas. Si los tejidos necesitan mucho vapor, lo mejor es un modelo con función de vapor continuo.
Existen otros factores para decidirte, aunque estos 3 son fundamentales para hacer tu compra.
¿Tienes ya tu centro de vapor? ¿Estás pensando en comprar uno? ¿O piensas que con tu plancha de siempre te puedes apañar?
Para más información:
Empresa: OlimpoMarketing
Autor: Pedro Fernández
