Eclecticismo, belleza natural y otras razones por las que viajar a Canadá

Disfrutar de Canadá en tres actos: al preparar un viaje con cariño y cuidado, que permita exprimir al máximo la experiencia; estando allí, entre sus parajes helados y verdes, paseando por sus genuinas ciudades; y pensando luego en todo lo que se ha vivido, qué ha significado la visita al país norteamericano.

Cuando se tienen todas las ganas y se cuenta con los medios económicos, ni lo extenso que pueda resultar el viaje ni los trámites deben ser un impedimento. Para eso están agencias de asistencia como eTa Canada.

Panorámicas de ensueño en las Rocosas

Admirar un monumento natural tan colosal como las Montañas Rocosas, con el perfil que dibujan en el horizonte, sirve para situarnos en el contexto adecuado: esa majestuosidad que hoy fotografiamos con tanta facilidad es fruto de miles de años de geología, un proceso que empezó mucho antes de que el ser humano llegara al mundo. Y la naturaleza seguirá su curso aun cuando nosotros, recién llegados, ya no estemos.

Sus parques nacionales son de una belleza apabullante, y en ellos se puede practicar deportes de aventura o sumergirse en una fuente termal. Mimetizarse con el entorno, aprovechando lo que este ofrece, es la mejor manera de que la experiencia resulte más que satisfactoria.

Pasado vikingo en Terranova

Canadá también es historia, y solo lo vasta que resulta su extensión ofrece pistas sobre ello. De todo ha pasado por el país, tal y como hoy lo conocemos. Y, para que nos sigamos congratulando hoy día de ello, dejaron allí su impronta.

La Ruta 430 es también conocida Viking Trial, y conecta el parque nacional de Gros con la casa de Leif Eiksson, declaradas patrimonio mundial. Se tardan entre cinco y seis horas en recorrerla, y su atractivo no reside solo en los restos de una antigua colina vikinga en L'Anse aux Meadows, con 1.000 años a sus espaldas. La costa misma o las zonas funerarios de Port au Choix también invitan a recorrerla.

La aurora boreal en el norte

Es posible que no haya un espectáculo natural tan mágico como como el de la aurora boreal, en toda esa diversidad de sus estructuras y colores que cambian tan rápidamente. Canadá es uno de los mejores destinos para admirar este fenómeno, que aparece más frecuentemente y con más brillo que en otros lugares.

Yellowknife, la ciudad más poblada de los Territorios del Noroeste canadiense, tiene algunos de los enclaves preferidas de los turistas para verla. También son recomendables las zonas entre el lago Lago Superior y los extensos territorios de la tundra, y otros puntos como Whitehorse, en Yukón.

Fuerza natural en Ontario

En lo que a agua y naturaleza se refiere, las cascadas y cataratas también generan fascinación. Por eso en Canadá hay tantas operadores que organizan excursiones a las del Niágara, en Ontario, una de las más famosas del mundo.

Es cierto que allí se concentran cientos de turistas con chubasqueros amarillos, pero ni la masificación resta excelencia a este inmenso telón de agua de cuya caída resulta un ruido incesante y atronador. El entorno natural, por supuesto, no va a la zaga de una estampa tan excelsa.

Vaqueros en Calgary

Uno viaja a Calgary, la mayor ciudad de la provincia de Alberta, y tiene la sensación de estar en un lugar 100% americano. Luego asiste a la Calgary Stampede, que tiene lugar a mediados de julio, y ve los clásicos espectáculos de vaqueros montando toros, rodeos con caballos, carreras de carretas, conciertos y otras atracciones, en las que tampoco falta la comida. Y comprueba por sí mismo porque los autóctonos lo llaman “El mayor espectáculo de la tierra al aire libre”. Indiferente no deja, eso desde luego.

Eclecticismo a cada paso

La mezcla cultural es evidente en las principales ciudades del país, como Vancouver, considerada una de las mejores ciudades del mundo para vivir, y donde tal eclecticismo se observa, por ejemplo, en su cocina. En sus platos la fusión no solo es obvia, sino también muy placentera.

Personas venidas de lugares como Filipinas, China, Estados Unidos o México enriquecen Canadá con sus propias costumbres y tradiciones. Un país en el se hablan varios idiomas y que, desde su elevada posición en el marco mundial, muestra que los prejuicios o los complejos no concuerdan con su idiosincracia.

Emisor: etacanada.com.mx