Para muchas mujeres el término “suelo pélvico” es totalmente desconocido. Sin embargo, esta área muscular mantiene importante relación con nuestro bienestar físico, y su tonificación otorga grandes beneficios para la mujer. El suelo pélvico se conforma por músculos y ligamentos que tienen como finalidad sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, recto, vagina y útero) en la posición correcta, para garantizar su correcto funcionamiento. El debilitamiento de estos músculos puede ocasionar uno o varios trastornos relacionados a la incontinencia urinaria, dolores de espalda, prolapso en los órganos intrabdominales, y disfunciones sexuales.
Las mujeres más expuestas a sufrir de poca tonicidad en los músculos de la pelvis son aquellas que padecen casos de obesidad y las mujeres deportistas que realizan actividades relacionadas con saltos o levantamiento de peso, entre otras. Además, se presenta sobre todo en mujeres que han tenido más de un embarazo y aquellas que padecen menopausia.
Desde hace unos años, se ha conocido la importancia de mantener tonificado el suelo pélvico. Por esto los expertos ven necesario el cuidado y mantenimiento de esta parte del cuerpo. Además de lograr la prevención de los distintos trastornos mencionados, también funciona como un aliado para las mujeres durante el embarazo, parto y post-parto, para asegurar la rápida recuperación del tejido muscular, evitar pequeños escapes de orina y la posibilidad de que el área vaginal vuelva a su tamaño y forma natural.
Adicionalmente, es un punto sumamente importante en las relaciones sexuales, para aumentar la satisfacción sexual de la mujer y la calidad de las sensaciones durante el coito, además se relaciona con la intensidad y la calidad del orgasmo femenino.
Hoy en día se ha reconocido la importancia del mantenimiento del suelo pélvico, por lo que se han desarrollado ejercicios de Kegel y los abdominales hipopresivos, para ejercitar sus distintas zonas. Por otro lado, dependiendo del caso, pueden realizarse otros ejercicios como el uso de bolas chinas para fortalecer la musculatura, corrientes eléctricas, conos vaginales, etc.
La mayoría de estos ejercicios pueden ser realizados en cualquier momento y cualquier lugar, especialmente los Kegel. Se recomienda hacerlos intercalando 10 contracciones rápidas y 10 lentas, al menos diez veces al día. A medida que el suelo pélvico se vaya fortaleciendo, podrías aguantar cada vez por más tiempo la tensión y disfrutar de los beneficios de su realización.
EMISOR: José Fernández