Actualizado 27/10/2010 16:16
- Comunicado -

Una exposición recorre los 175 años de historia de los refrescos en España

MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) - .-

¿Quién no recuerda las gaseosas de cristal, los clásicos sifones sobre la barra del bar o al chico de Coca Cola Light diciéndonos que nos tomásemos un respiro a media mañana? Todos hemos tarareado alguna vez "dame 24 horas Kas", hemos aprendido a pronunciar Schweppes con el hombre de la tónica o hemos hecho nuestro el famoso eslogan "Si no hay Casera, nos vamos".

Y es que los refrescos forman parte de la vida de los españoles desde hace 175 años. Desde los primeros sifones y gaseosas hasta llegar a nuestros días donde la variedad de productos es la principal característica -con y sin gas, con azúcar o light, de multitud de sabores, etc.- Igualmente, la publicidad, los envases y los procesos de elaboración han ido cambiando con el paso de los años. Y todo ello se recoge en la exposición "175 años refrescando a los españoles".

La historia de los refrescos está estrechamente ligada a la historia de la sociedad española y a su propia evolución. La industria se ha adaptado a las necesidades, valores y estilos de vida en cada momento. Por eso, los refrescos forman parte de la vida y de la historia de los españoles.

Para recordarlo, como parte de la celebración del 175 aniversario de la elaboración de las primeras bebidas refrescantes en España, ANFABRA, la Asociación que agrupa a los fabricantes, ha organizado la exposición "175 años refrescando a los españoles". Esta muestra se inaugura en Madrid, donde permanecerá desde el 27 hasta el 31 de octubre en el Centro Comercial Príncipe Pío. Después recorrerá distintas ciudades.

La exposición cuenta con elementos de gran valor histórico como una de las botellas del primer refresco sin gas que, además, tiene la forma de las tres naranjas valencianas que se utilizaban para elaborarlo y que dieron lugar a su nombre, Trinaranjus, sifones con más de un siglo de historia, las populares botellas de las gaseosas -como las de La Casera, La Revoltosa, la Pitusa-, distintos envases de marcas tan conocidas como Coca Cola, Pepsicola, Kas o la reproducción de una de las botellas creadas por Jean Jacob Schweppes para contener la tónica en el siglo XVIII. En total, más de un centenar de botellas, tapones y etiquetas que ponen de manifiesto la trasformación a lo largo del tiempo.

La exposición también recoge una antigua máquina llenadora de sifones y más de un centenar de carteles y fotografías que permiten ver cómo se fabricaban antiguamente los refrescos y anuncios que reflejan los cambios de la sociedad española en estos años.

Casi dos siglos refrescando a los españoles

Las primeras bebidas refrescantes en España fueron los sifones, que se elaboraban en farmacias. En sus orígenes se utilizan para mejorar pequeñas afecciones pero su consumo se extendería por su buen sabor y su capacidad refrescante para saciar la sed. Ya a comienzos del siglo XX, la oferta era amplia: zarzaparrillas, naranjadas, limonadas, etc.

La gaseosa ha sido un producto clave en la historia de los refrescos en España, ya que durante décadas lideró el mercado y estuvo presente en todos los hogares españoles. Buena prueba de ello es que en los años 50 había más de 5.000 fabricantes de bebidas gaseosas en toda España, que distribuían sus productos por su provincia.

También en los 50 empieza a popularizarse un refresco que ya era conocido en otros países, el refresco de cola, que con los años se convertiría en uno de los preferidos de los españoles. A partir de la década de los 60, sabores especiales como la tónica o el bitter, supusieron una importante novedad en un mercado dominado por los refrescos dulces.

Después, en el contexto de una sociedad que cada vez daba más valor a la imagen y al aspecto físico, aparecerían los refrescos light. También fue aumentando paulatinamente el consumo y la variedad de refrescos sin gas y bebidas que cada vez tienen más valores añadidos.

Pero no sólo aumenta la oferta de sabores, los envases también se iban adaptando a las nuevas necesidades. A través del centenar de botellas que forman parte de la exposición, se puede observar cómo el cristal era el material más empleado en los primeros años. También el envase del sifón era muy característico, con su cota de malla. Poco a poco se fueron aligerando las botellas y aparecieron las latas y el plástico PET, que es el material más utilizado en la actualidad. El vidrio se sigue empleando, de hecho las botellas de 20 centilitros son muy características de la hostelería española.

Al mismo tiempo que cambiaban los envases lo hacían los cierres. Desde los más antiguos como el corcho atado con una cuerda o el de bola, pasando por los característicos de las gaseosas, los tapones a presión de porcelana y alambre que estaban cubiertos con un capuchón de plástico o de papel. Hoy en día los sistemas de cierre son variados, aunque los tapones de plástico y las chapas de metal son los más habituales.

La publicidad es otro de los ejemplos que ilustra la historia de las bebidas refrescantes. La exposición recoge más de 100 carteles y fotografías antiguas que muestran cómo ha ido cambiando la forma de vida de los españoles y cómo los refrescos han estado presentes en esa evolución: desde anuncios que muestran un consumo típicamente familiar hasta otros dirigidos a una sociedad cada vez más moderna, en la que hombres y mujeres trabajan fuera de casa y se divierten tomando un refresco.

Pero si hay algo que ha cambiando con los años es el sistema de producción. Antiguamente la fabricación y venta de refrescos tenía un carácter eminentemente comarcal. En su elaboración se utilizaban máquinas de carácter manual como llenadoras de sifones o de gaseosas. Actualmente la producción se ha hecho masiva e industrial y en algunas fábricas españolas se pueden llegar a elaborar hasta 15 millones de botellas de refresco al día.

Las bebidas refrescantes hoy.

Actualmente el sector se caracteriza por ser muy dinámico, por la variedad de productos y por la importancia que representa en la economía. En España existen aproximadamente 70 fábricas de bebidas refrescantes. El perfil de estos centros de producción es diverso, ya que conviven empresas familiares de pequeño y mediano tamaño cuya distribución de productos se centra sobre todo en su provincia y comunidad, con otras plantas que cuentan con más de 1.000 empleados.

El sector genera más 30.000 empleos en toda España, entre puestos directos e indirectos- a través de las fábricas, oficinas, sistemas de distribución, laboratorios de investigación, redes comerciales, etc.

La industria española de las bebidas refrescantes se ha caracterizado siempre por adaptarse a las necesidades y gustos de sociedad en cada momento con nuevas propuestas de sabores y tipos de refrescos que atiendan las necesidades específicas de cada colectivo. Al mismo tiempo, el sector ha evolucionado hacia la optimización de recursos, tanto en la producción como en la distribución, para garantizar el máximo respeto al medio ambiente. Se han adoptado medidas para reducir el consumo de energía, aplicar técnicas no contaminantes, reutilizar el agua gracias a depuradoras de aguas residuales, etc. Además, ha sido pionero al participar en la creación de un sistema de reciclado y todos los envases de bebidas refrescantes son reutilizables o reciclables. Todo ello ha reconocido y acreditado a diversas empresas del sector con certificaciones de calidad en materia de gestión medioambiental.

EMISOR: ANFABRA.

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