El próximo 23 de abril se celebra en Cataluña el día de Sant Jordi, patrón de la Comunidad desde 1094
Regalar rosas para Sant Jordi es una costumbre que se ha consolidado en Cataluña desde mediados del siglo XV, no sólo por ser el patrón de esta Comunidad Autónoma, sino también por ser todo un símbolo para los enamorados. De esta manera, cada 23 de abril, las parejas suelen intercambiar una rosa roja con una espiga de trigo, para ellas, y un libro para ellos. Aunque existen pocos datos sobre la vida de Sant Jordi, se trata de uno de los mártires más antiguos de la Iglesia a los que se le rinde culto. De hecho, su vida transcurrió durante los primeros años de la Iglesia católica, cuando dicha religión estaba perseguida. Se cuenta que Sant Jordi fue un consejero del emperador Diocleciano y militar que hizo pública su fe durante la persecución de los cristianos, siendo torturado y decapitado en el año 303 por ello.
Pero lo que realmente ha convertido el día de Sant Jordi en una fecha tan señalada es la asociación de este santo con una leyenda común en prácticamente toda Europa, que cuenta cómo Sant Jordi luchó con su espada contra un dragón que tenía prisionera a una princesa. Países como Portugal, Inglaterra o Grecia han hecho suya esta leyenda medieval, y en nuestro país, en la población de Montblanc, todavía existe el Portal de Sant Jordi en sus antiguas murallas, por donde se cuenta que el santo salió después de matar al dragón. Es precisamente durante la edad media, en plena reconquista, cuando empiezan a proliferar leyendas sobre santos que ayudaban a los cristianos en las batallas. Así, el conde de Barcelona Borrell II recobró la capital del reino con tan sólo nueve hombres y la aparición de Sant Jordi montado en un caballo blanco que los guio en la lucha, o Pedro I de Aragón, que ganó la batalla de Alcaraz también por la intervención del santo. A partir de estas leyendas, Sant Jordi se convierte en patrón de Cataluña y todo un símbolo para sus habitantes como héroe protector.
En nuestros días, es una fiesta de carácter popular que exalta el amor y el patriotismo, y también la cultura, ya que esta fecha coincide con el día mundial del libro, fijado por la UNESCO en 1996 y con la muerte de Miguel de Cervantes, uno de nuestros escritores más universales. En cuanto a la rosa, se regala una únicamente como muestra de la fidelidad del enamorado, de color rojo por la pasión que simboliza, y junto a una espiga de trigo para atraer la prosperidad y la fecundidad de la pareja. Algunos historiadores sitúan la tradición de la rosa también en la época medieval, cuando a raíz de las leyendas sobre el mártir se celebraban torneos entre caballeros y se lanzaban flores a los ganadores que solían regalárselas a sus amadas. Floristería Florestore posee una gran variedad de rosas y, en general, de todo tipo de flores para aquellos más innovadores que prefieran un ramo original, además de un servicio muy rápido de entrega en este tipo de fechas, en las que es recomendable ser previsor por la gran demanda de flores durante la celebración, que inunda las calles de todas las poblaciones catalanas con fiestas, sardanas, exposiciones y puestos de libros, y que sirve de perfecta excusa para demostrar el cariño que se siente por los seres queridos.
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