Innova.- La Universitat y Lubasa colaboran para investigar la caída de bólidos y meteoros sobre el territorio valenciano

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: miércoles, 28 mayo 2008 15:58

VALENCIA 28 May. (EUROPA PRESS) -

La Universitat de València y la Fundación Lubasa han firmado un convenio de colaboración para investigar la caída de bólidos y de meteoros sobre la Tierra. El proyecto, denominado 'El cielo sobre nosotros', permite mejorar la observación de estos fenómenos, que en ocasiones alarman a la población, así como difundir, de una forma rigurosa y eficaz, las causas y los efectos de la caída de bólidos y meteoros, según informaron hoy fuentes de esta empresa.

El convenio ha sido firmado por el rector, Francisco Tomás Vert, y por Gabriel Batalla, vicepresidente de la Fundación Lubasa. La Fundación Lubasa financiará el programa, los recursos del cual se destinarán a la contratación del personal necesario para llevar a cabo el estudio y para la difusión de sus conclusiones.

El Observatorio Astronómico de la Universitat de València dispone de instrumentación específica para este proyecto ya que cuenta con cuatro cámaras electrónicas de gran campo, complementadas con varias cámaras de televisión. Las cámaras permiten obtener imágenes que cubren todo el cielo en su conjunto. El objetivo a muy corto plazo es comenzar operación de las cuatro cámaras distribuidas en dos estaciones de observación.

Según los responsables del programa 'El cielo sobre nosotros', todos los días, toneladas de materia procedente del espacio caen sobre la Tierra. En su mayor parte se trata de minúsculas motas de polvo, que quedan en suspensión en la atmósfera sin que apenas percibamos su presencia. En otros casos son pequeñas piedrecitas, que ya pesan unos pocos gramos.

En los casos más extremos, los fragmentos de materia interplanetaria que alcanzan la Tierra pueden pesar varios kilos, o incluso toneladas y su paso por la atmósfera provoca la aparición de una brillante bola de fuego, visible incluso a plena luz del día, y que en ocasiones se acompaña de ruido, explosiones y estelas persistentes. A estos fenómenos los llamamos bólidos y su aparición es relativamente frecuente.

Sin embargo, cuando el objeto que entra en la atmósfera mide decenas o centenares de metros, y pesa muchas toneladas, sobrevive a su paso por la misma y su impacto con la superficie terrestre puede desencadenar catástrofes que, en el caso de los más grandes, pueden alcanzar dimensiones planetarias. Afortunadamente estos eventos suceden con muy poca frecuencia, pero los registros geológicos nos indican que en el pasado la Tierra ha sufrido el impacto tremendamente destructivo de estos gigantes del espacio.

Dada su peligrosidad, astrónomos de todo el mundo, como los de la Universitat de València, mantienen programas de vigilancia espacial, que tienen como fin detectar los objetos potencialmente peligrosos para la Tierra, para predecir los posibles impactos con años de antelación, y así protegerse, y si es posible, evitar futuros impactos catastróficos.

OBSERVATORIO

El Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia, que dirige el profesor Vicent Martínez, incluye entre sus líneas de investigación prioritarias la vigilancia permanente del cielo, con el objeto de detectar estos fenómenos que se producen en la atmósfera por encima del territorio de la Comunidad Valenciana, o que resultan visibles desde la misma.

Además, este proyecto tiene una doble motivación. En primer lugar, el interés científico del estudio de los bólidos y meteoros. En segundo lugar, el ánimo de prestar un servicio a la sociedad valenciana, informando al público acerca de la naturaleza de fenómenos que despiertan interés y son susceptibles de producir alarma social.

La Fundación Lubasa se constituyó con un firme compromiso orientado a colaborar en el desarrollo y progreso de la sociedad, teniendo como metas principales los ámbitos de la formación, la investigación, la cultura, la educación, la solidaridad y la empresa. En su apuesta por la investigación, la Fundación colabora asiduamente con fundaciones sanitarias y universidades para llevar a cabo proyectos y estudios de vanguardia, como la investigación contra el cáncer o la regeneración celular hepática, entre otros.

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