Archivo - Exterior de la cárcel de Picassent (Valencia) - EUROPA PRESS - Archivo
VALNCIA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Acaip-UGT denuncia ocho agresiones a funcionarios en la cárcel valenciana de Picassent en seis meses --del 1 de enero al 30 de junio de 2021-- así como 86 amenazas graves o coacciones a los trabajadores. Desde Instituciones Penitenciarias se cifra en una la agresión grave o muy grave registrada en el centro.
El informe elaborado por el sindicato recoge un total de 585 incidentes graves o muy graves en el establecimiento penitenciario de Valncia, entre ellos, ocho agresiones o intentos de agresión a funcionarios con lesiones de diversa gravedad, a consecuencia de los cuales varios de los trabajadores agredidos tuvieron que permanecer de baja médica. Puñetazos en la cara, patadas, mordiscos y arañazos son algunos de los métodos utilizados por los internos para agredir a los empleados, ha concretado el sindicato.
Así mismo, el informe contabiliza 86 casos de amenazas graves, coacciones o insultos a trabajadores. En ocasiones se trata de amenazas de muerte y, también, amenazas a los trabajadores de actuar contra ellos una vez que salgan en libertad.
También se contabilizan 18 resistencias de forma activa y violenta por parte de internos al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro. "Estos episodios, que suelen producir situaciones de gran tensión, no terminan en agresiones a trabajadores u otros internos por la profesionalidad de los funcionarios penitenciarios y, en algunas ocasiones, sólo por suerte", ha indicado el sindicato. La mayoría de estos hechos se producen en el departamento de Enfermería o en el que aloja a los internos clasificados en Primer Grado.
Además, se denuncia que hasta en 185 ocasiones los internos se han resistido de forma pasiva al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro.
Se han contabilizado --siempre según el mismo informe-- 64 agresiones entre internos, de mayor o menor gravedad, alguno de los cuales ha sufrido lesiones de importancia; y se han denunciado un total de 34 casos de amenazas y coacciones graves de unos internos a otros.
Al menos en 32 ocasiones se ha producido un deterioro grave de mobiliario o dependencias del centro, en varios casos por incendios provocados de forma voluntaria por los internos, teniendo éstos que ser rescatados por los funcionarios; y se han encontrado 95 objetos prohibidos por normativa vigente --'pinchos', teléfonos móviles y diversos tipos de drogas--.
Además, según el informe, se han producido 36 casos de autolesiones por parte de los internos. El método más utilizado es el del corte en el antebrazo o en el abdomen. También hay internos que se tragan cristales, pilas, cuchillas de afeitar o, incluso, uno de ellos usó un tenedor de plástico para clavárselo en las encías.
Se ha producido un suicidio consumado y tres intentos más; se ha computado cuatro internos en huelga de hambre; se han detectado 10 casos de intoxicaciones graves por consumo de drogas u otras sustancias; y se han denunciado seis casos de sustracción de objetos personales de internos por otros compañeros. Además, dos reclusos han quebrantado su condena al no regresar de permiso.
PROBLEMAS "ENDÉMICOS"
Desde Acaip-UGT se ha criticado que Picassent sufre unos problemas "endémicos", como el hecho de ser uno de los centros del Estado que mayor número de internos muy peligrosos acoge, 32 en total, "pese a que dispone de menos medidas de seguridad y una peor estructura que otros más modernos".
"No se trata de una percepción sindical, el propio Defensor del Pueblo ha formulado una recomendación de cierre del departamento que aloja a este tipo de internos por su falta de condiciones. Esta recomendación ha sido rechazada por la Secretaría General de IIPP", ha lamentado.
Así, desde el sindicato han criticado el "déficit" en materia de personal: en los últimos cuatro años se ha perdido más de un 30 por ciento de la plantilla. "No se reponen las vacantes que cada año se producen por fallecimiento, jubilaciones o cumplimiento de la edad para dejar de trabajar en contacto con los internos", ha puesto como ejemplos.
En la actualidad, a su juicio, faltan más de un 15% de trabajadores sobre el número mínimo que debería haber según la Relación de Puestos de Trabajo del Centro. "Este déficit es más acuciante en los puestos que están en contacto directo con los internos y en personal facultativo. Es habitual que un sólo funcionario tenga que hacerse cargo de más de 140 internos, estando por debajo de los servicios mínimos que se imponen por la Administración en caso de huelga", han dicho.
"Esta situación es de sobra conocida por los responsables de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, tanto por los anteriores como por los nuevos. La única solución que se ha adoptado pasa por reducir el número de trabajadores que puede irse de vacaciones de forma simultánea y la restricción en el ejercicio de permisos en caso de enfermedades de familiares", han apuntado.