Una antorcha encendida en Belén llega a parroquias y colegios valencianos

Actualizado: lunes, 21 diciembre 2009 21:43

VALENCIA, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

'La Luz de la Paz', una antorcha que cada año es encendida en la gruta del nacimiento de Jesucristo, en Belén, llegó hoy al Palacio Arzobispal de Valencia, donde fue portada por miembros de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos. El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, recibió la llama y encendió con ella uno de los cirios junto al belén situado en el vestíbulo del Palacio Arzobispal, según informó el Arzobispado en un comunicado.

La antorcha llegó a la diócesis de Valencia tras ser portada desde Austria por jóvenes scouts, que la depositaron primeramente en la parroquia San Juan Apóstol y Evangelista de la localidad valenciana de Massamagrell.

Numerosos fieles podrán tomar de las llamas ya encendidas otras para trasladarlas a sus hogares, parroquias y centros, según fuentes de la Federació d'Escoltisme Valencià, entidad cristiana que promueve la iniciativa desde hace varios años en la diócesis.

La Federació, cuya sede está en la calle Balmes, de Valencia, dispone ya de la 'La Luz de la Paz', así como la sede de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos, sita en la calle José Benlliure, en el barrio valenciano del Canyamelar. Igualmente, la llama será encendida mañana, martes, en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, situada en la plaza del Rosario de la misma barriada.

'La Luz de la Paz' representa "un deseo de que la paz que supone Jesús para el mundo llegue a todos para vivir la Navidad más a fondo y que nos unamos en el compromiso de trabajar por ella", según las mismas fuentes.

La antorcha, que llegó a España desde Viena, es encendida cada año por un niño scout en la gruta del nacimiento de Jesús en Belén, de donde es llevada a la capital austriaca. Desde allí, se distribuye a las delegaciones extranjeras de los scouts una semana antes de Navidad, para que la trasladen a su vez a distintos puntos del continente.

Para ello, cuentan con la colaboración de los distintos países miembros de la Federación Europea de Escultismo que hacen llegar la antorcha a hogares, iglesias, hospitales, residencias para ancianos, enfermos crónicos y niños, además de personas en prisión o necesitadas.