El arzobispo de Valencia anima a superar la "profunda crisis de desesperanza" actual

Actualizado: jueves, 19 noviembre 2009 13:24

VALENCIA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, lamenta en su carta de esta semana la "profunda crisis de desesperanza que hay en nuestra cultura" y la atribuye a que "a Dios, revelado en Jesucristo, se le niega o se vive como si no existiese".

Según el prelado, ello "provoca precisamente una crisis de fundamentos" que es "terrible", porque hace que "la vida resulte inaguantable, sin cimientos", al tiempo que "produce crisis de verdad y de moralidad".

En su carta, el titular de la archidiócesis de Valencia propone "cuatro miradas, que son como cuatro pilares: hacia fuera, es decir hacia el mundo; hacia arriba, es decir mirada hacia la trascendencia; hacia dentro, es decir, hacia la interioridad; y hacia delante, es decir se mira el futuro".

Según el prelado, "son como cuatro movimientos esenciales que debe practicar el ser humano si quiere permanecer como humano" y que implican "abrirse al mundo (la naturaleza, los hombres), abrirse al misterio de Dios, abrirse a la íntima realidad humana y abrirse al sentido de la historia total". "Cuando no ejercemos estos movimientos al mismo tiempo, es fácil perder la esperanza", advierte.

Más adelante, el arzobispo se pregunta sobre la importancia que tiene la vida humana cuando "son suprimidos los criterios objetivos de verdad y moralidad" y responde que, en esta situación, tiene "la importancia que le quieran dar quienes tengan el poder y la fuerza".

Dedica el final de su carta el arzobispo de Valencia a su visita hace una semana al centro penitenciario de Picassent, donde estuvo un día entero con los internos. "Son personas que han sufrido la soledad, la marginación y la condena social por sus actos, pero a los que el mismo Jesús se dirigió desde la cruz con su mensaje de salvación, que no excluye ni al ladrón ajusticiado ni a la mujer condenada a muerte", describe el prelado. Igualmente, "donde Dios se hace debilidad y donde Dios se hace servicio, allí la igualdad tiene su cátedra, la bondad su norma, la compasión su medida".

Concluye el arzobispo de Valencia recordando en su carta que "Jesús es quien da sentido a nuestras vidas, en todo tiempo y lugar, en medio de la prisión de Picassent y en las calles de la libertad". Por ello, "aprender a sostener las cuatro miradas de las que os he hablado hoy nos da la plena perspectiva del ser humano que sacia su sed de eternidad", señala el Arzobispo. (AVAN)

19/11/09