Secuencia de la película 'Después de Kim' - LAIALLUCH
VALÈNCIA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Benidorm (Alicante) se ha convertido en la nueva "estrella" que protagoniza el último largometraje de la cineasta Ángeles González-Sinde, un "thriller mediterráneo" alejado de los "tópicos" de la ciudad que ahonda en los afectos y en el vínculo que permanece tras la separación de una pareja y la desintegración de una familia.
'Después de Kim' es el cuarto largometraje de la directora que, tras cinco semanas recorriendo diferentes localizaciones de la Comunitat, este martes ha hecho parada en el Instituto San Vicente Ferrer de València que dará lugar a la comisaría de Benidorm y cuya biblioteca será también un escenario más.
Así, la biblioteca del centro ha acogido el set donde los protagonistas de la cinta, Adriana Ozores y Darío Grandinetti, interpretan a una pareja de divorciados y distanciados desde hace veinte años, que han de viajar desde Buenos Aires a España al recibir la noticia de que KIM, su hija, con la que hace tiempo perdieron el contacto, ha aparecido muerta.
A su llegada descubren que Kim ha dejado un nieto que se encuentra en paradero desconocido, un descubrimiento que les hace quedarse en España para encontrarle y afrontar el desafío de hacer ese camino juntos sin caer en los enfrentamientos del pasado.
Según ha explicado González-Sinde en declaraciones a los medios, la historia, que es una adaptación de la novela homónima, surge a raíz de una información que leyó en prensa sobre la muerte de una joven extranjera que le hizo pararse a pensar en lo que sería para la familia de la chica recibir una noticia como esa.
"Tú vives en otro continente, en la otra punta. Tu hija ha venido a trabajar a otro país, todavía no has ido ni a visitarla y, de pronto, recibes esa noticia con el asombro, el dolor, pero encima no sabes nada del contexto en el que vive esa persona y de pronto te toca venir a hacerte cargo", ha planteado.
"RECONOCERTE EN LAS RELACIONES QUE HAS VIVIDO"
Así, la directora ha señalado que apostó por una ubicación como Benidorm (Alicante), "un entorno de vacaciones, festivo, y, a veces desmadrado y alocado" para dar lugar a esta historia donde los protagonistas, Adriana Ozores y Darío Grandinetti, tendrán que dejar de un lado los rencores y las cuentas pendientes para centrarse en encontrar a su nieto perdido.
Según ha indicado, una de las diferencias "fundamentales" respecto a la novela es que en la película no se muestran los inicios de esta relación ni tampoco se explica qué fue lo que pasó entre ellos para que se separaran, ya que la cineasta busca que sean los espectadores los que "recompongan esos fragmentos que nosotros no llegamos a contar del todo en la película".
"Tú te puedes reconocer o en las relaciones que has vivido o en las relaciones has sido testigo y sabes más o menos cómo son las cosas. Cómo es de sensible la piel de cada uno cuando tienes al lado a alguien que conoces o que has conocido mucho", ha subrayado.
En este sentido, ha destacado que la cinta no cuenta con muchos personajes secundarios --los principales Gloria March y Christina Rosenvinge-- ya que toda la historia se conoce a través del punto de vista de sus protagonistas y también del entorno que les envuelve.
Sobre Benidorm, uno de los principales protagonistas del film, Ángeles González-Sinde ha sostenido que "siempre" le ha llamado la atención porque en ella conviven muchas "comunidades de nacionalidades distintas" que pertenecen también a "mundos completamente paralelos y separados".
"EL MITO" ALREDEDOR DE BENIDORM
Y, en este punto, ha agregado que le parece "muy difícil" fotografiar Benidorm porque, a su juicio, en las películas que se han rodado en la ciudad "no siempre se saca esa esencia de cómo es de verdad".
"Es una ciudad de contrastes y los que no la conocen (en el equipo de la película), todos han salido encantados, tenían igual un cliché en su cabeza de cómo es Benidorm y Benidorm, hay muchos Benidorm y eso también es un poco lo que intentamos contar, que hay muchos Benidorm", ha aseverado.
Asimismo, ha indicado que "a veces se cae en ese tópico o en esa parodia" porque "también hay un mito alrededor de la ciudad que es una ciudad ya como mítica que tiene toda una identidad, y eso es muy difícil de construir".
"Cualquiera que le hables de Benidorm, incluido fuera de España, sabe lo que es, y eso es muy difícil de lograr. Al final tiene un halo como si fuera, qué sé yo, Venecia, pero tiene una identidad que a veces sí, cargar con ella, supongo que es una reputación que no te gusta, pero otras veces, pues sí, es lo que tiene la fama. Es como una estrella", ha resaltado González-Sinde.
En este sentido, la directora ha puesto en relieve que, a pesar de que gran parte de la película se ha filmado en Benidorm en pleno verano, pensaba que iba a ser "mucho más complicado" hacerlo de lo que realmente ha sido.
"Por la noche que hemos rodado en la calle de todos los pubs ingleses, que eso es una locura, y no, la verdad es que la gente ha sido muy colaboradora y hemos podido rodar muy bien. Hemos tenido las dificultades que pensábamos, imagínate, hemos rodado en el Paseo Marítimo a las doce de la mañana", ha apuntado.
TRANSITAR UN DUELO "NO HABITUAL"
Por su parte, el Darío Grandinetti ha señalado que una de las cosas que le pareció atractivo de rodar en un lugar como Benidorm fue el "contraste" de poder contar una historia trágica en la que también aparecen los conflictos personales de la expareja en una ciudad "con tanta gente divirtiéndose y todo tan colorido".
Respecto a si en ocasiones los conflictos personales a veces se colocan por encima de un drama como el que la historia narra, el actor ha sostenido que "a veces sí" porque "la cabeza de uno es extraña": "A veces cuesta hacer los duelos", ha manifestado.
En esta línea, Adriana Ozores, quien ha participado en diversas películas de la directora, incluida su ópera prima 'La suerte dormida' (2003), ha señalado que los protagonistas durante la historia están transitando un "duelo y no un duelo habitual, sino el duelo de un asesinato de tu hija a la que no ves desde hace diez años". "Está pasándonos como una especie de tsunami", ha afirmado.
El filme es una coproducción entre Después de Kim AIE, Voramar Films y Tornasol Media. Cuenta con la participación de RTVE, A Punt, ICAA y el IVC de la Generalitat Valenciana. La distribución de la película en salas de cines irá a cargo de Karma Films.