VALENCIA 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cáritas Diocesana de Valencia enviará hoy, martes, dos mil prendas nuevas de ropa interior para los damnificados por las inundaciones que afectaron el pasado 12 de octubre a varias localidades de la comarca alicantina de La Marina, informaron fuentes del arzobispado.
El contingente, que incluye prendas "para todas las edades", irá destinado a las familias "más afectadas" por la tromba de agua en las poblaciones de Beniarbeig, El Verger y Els Poblets, según fuentes de la entidad caritativa.
Un primer suministro de prendas y ropa de abrigo para los afectados "ha sido ya cubierto gracias a los roperos que hay en la zona", señaló Cáritas, que ha destacado que la ayuda de la entidad se está realizando en coordinación con los servicios sociales públicos.
A su vez, la Cáritas parroquial de El Verger ha recaudado, a través de la cuenta bancaria de emergencias que mantiene abierta, cuatro mil euros, que serán empleados en cubrir "las necesidades de los más afectados", según el párroco, Fernando Mañó.
Cáritas Diocesana de Valencia mantiene abierta en Bancaja su cuenta de emergencias a favor de los afectados por las inundaciones, cuyo número es el 2077/0004/65/6600000577.
Por su parte, diferentes parroquias de poblaciones cercanas a las afectadas han enviado a la zona donativos para paliar los daños y, además, están organizando colectas especiales que están siendo gestionadas por equipos de Cáritas.
Así, la parroquia de la localidad de Parcent ha ofrecido a la de El Verger pupitres, mesas y sillas de madera para las catequesis de niños, ya que el mobiliario de sus locales parroquiales ha quedado muy dañado, según Mañó, en cuya vivienda imparte desde las inundaciones las sesiones de formación católica para menores.
Igualmente, sacerdotes y feligreses de las localidades más dañadas visitan en la actualidad a las familias que han perdido sus casas y que están acogidas en hoteles, así como en viviendas cedidas por distintas promotoras que trabajan en la zona, para "acompañarlas, escucharlas y animarlas moral y espiritualmente", según Fernando Mañó. El sacerdote ha explicado que "las personas que aparentemente peor lo están pasando son las más mayores, ya que los jóvenes se sienten con más fuerza para rehacerse ante esta desgracia".