Condenado a dos años de prisión por herir con una botella de cristal a una joven

Actualizado: sábado, 29 octubre 2011 19:53

CASTELLÓN, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a dos años de prisión a un hombre que lanzó una botella de cristal en medio de una discusión en plena calle e hirió en la cara a una joven que se encontraba en la zona, a la que deberá indemnizar con 13.811 euros.

Así lo recoge la sentencia de fecha 8 de octubre de 2011, recogida por Europa Press, que confirma íntegramente la sentencia dictada el pasado mes de marzo por el juzgado de lo Penal número 3 de Castellón, que consideró al procesado responsable de un delito de lesiones y contra la que la defensa elevó un recurso de apelación.

Los hechos se remontan al 28 de julio de 2007, cuando el procesado se encontraba en un local de ocio de la avenida Ferrandis Salvador de Castellón y comenzó una discusión con otros sujetos. Así, salió del establecimiento y se enzarzó en una pelea con otro joven, que salió corriendo por el paseo.

En ese momento, el procesado salió tras él y, "con total desprecio respecto del resto de personas que allí se encontraban, sin importarle que pudieran resultar malheridos", lanzó una botella de cristal que impactó en la cara de la víctima, que padeció múltiples heridas en el rostro en las que se quedaron incrustados pequeños trozos de vidrio y que necesitó posteriormente tratamiento psicológico.

Tras la sentencia condenatoria en primera instancia, la defensa interpuso un recurso de apelación basado en una infracción de la presunción de inocencia y en un error en la valoración de la prueba, el testimonio aportado por la víctima.

En este sentido, el tribunal alega que la declaración de la víctima, que en un primer momento reconoció la presencia del acusado en el lugar de los hechos y posteriormente confirmó su autoría, es "sustancialmente idéntica" en todas las fases y que las presuntas contradicciones "no tienen la entidad suficiente para privarlas de toda credibilidad".

Asimismo, advierte de que la prueba que constituye "la clave de la bóveda de la condena" es el testimonio de una joven que fue testigo de los hechos y afirmó desde el primer momento y "sin lugar a dudas" que fue el acusado quien lanzó la botella.

Por ello, sostiene que no hubo un vacío probatorio y que el juzgador no erró al valorar la prueba incriminatoria, como afirmaba la defensa.