CASTELLÓN, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Juan Ripollés expondrá a partir del 9 de noviembre un conjunto de esculturas elaboradas en hierro y bronce en las calles y plazas de la ciudad italiana de Verona, de las que gran parte ya pudieron contemplarse en otra muestra al aire libre del mismo autor que acogió Venecia, según confirmó el artista castellonense en una entrevista concedida a Europa Press.
El pintor y escultor, que actualmente cuenta con 75 años de edad, hizo sus primeros pinitos en su dilatada carrera profesional cuando todavía era niño. A los nueve años pintó su primer cuadro, y dos años más tarde le entró la "fiebre" del arte que, según dice, "cada vez es más grave y maravillosa".
En los siguientes años empezaría a crear el estilo que actualmente le caracteriza, el cual, "al igual que la personalidad, lo va marcando la vida", apunta Ripollés. Así, poco a poco, su arte se va definiendo "sin darse cuenta", puesto que "los cambios de manifestación se ven cuando se cierra cada ciclo, que es cuando te das cuenta de que hay otras necesidades", dice.
En 1954 decidió trasladarse a París, donde permaneció nueve años y, posteriormente, regresó a España, aunque durante los siguientes años estuvo "a caballo" entre su país natal y el extranjero. "Fui un emigrante cultural, puesto que quería vivir dentro del mundo del arte, pero no del arte", aclara el artista.
Aunque ya a muy corta edad comenzó a realizar muñecos de barro a la vez que pintaba, el 95 por ciento de sus obra escultórica se encontraba fuera de España hasta hace 15 años.
Ripollés, que se define como "una persona muy trabajadora con una capacidad de resolución rapidísima", asegura que todo lo hace cuando tiene ilusión y le apetece, "pues he tenido la gran suerte de no trabajar nada más que cuando tengo ganas", afirma.
El pintor, que empezó inspirándose en la naturaleza y en todo lo que tenía a su alrededor, ya que vivía en el campo, manifiesta que a la hora de realizar una obra le puede "provocar" desde una mujer o una reunión de amigos, hasta un buen olor, una caída de sol o un atentado en Irak. "Me inspira globalmente la vida", apunta.
Señala que la vida no le ha quitado todavía nada "porque estoy sorprendentemente vital", y aclara que es un "vendedor y un productor de libertad", aunque confiesa que esa libertad la encuentra sólo cuando ejecuta su obra en su intimidad.
Entre los actuales proyectos del artista, destaca la consecución de una fachada en un edificio del Grao de Castellón; varios grupos de escultura para Holanda e Italia; y un ajedrez con esculturas de cristal de murano de dos metros de altura.
Además Ripollés está diseñando una escultura en memoria de las víctimas del terrorismo de acero inoxidable, hierro y bronce, de 29 metros de altura y 37 toneladas de peso, que, encargada por el Ayuntamiento de Castellón, se instalará en una rotonda de la capital de La Plana. A la vez, está trabajando en la maqueta de otra escultura que se ubicará en el aeropuerto de Castellón.
