MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Calixto Bieito estrenará mañana en el Teatro Albéniz de Madrid y en el marco del Festival de Otoño, 'Tirant lo Blanc', una revisión del clásico de Joanot Martorell que él mismo definió hoy como "una fiesta, en todo su exceso, de los sentidos, los olores, la muerte y el erotismo". La obra es, a su juicio, "la novela más importante de la literatura universal pero, también, la más desconocida".
Este libro, heredero de las sagas artúricas de caballerías, tiene unas 2.000 páginas y, como señaló Bieito, abordar algo de esta magnitud resultaba "titánico". Fue por ello que el director de escena decidió recrear determinadas partes de la novela pero "sin intención de reproducir 'Excalibur' sino como si se tratase de un juego, de una escena de cabaret", aclaró. El montaje se estrenó el pasado 5 de octubre en Alemania y cuenta con música del castellonense Carles Santos. Requiem, Salve, Gloria, temas de coro son algunas de las composiciones que inundan esta puesta en escena plagada de una interrelación de disciplinas, un "collage estético" en que se podrá ver ópera, audiovisuales, teatro realista, épico, de pista. "Quería que fuese algo cercano al surrealismo catalán", afirmó.
Bieito confesó que le ha servido de mucho la defensa que hace el escritor Mario Vargas Llosa de esta novela cuando dice de ella que trata "sobre el gozo de matar, de ornamentar y de fornicar". "El juego es el motor y yo he añadido sensualidad femenina. Creo que hay aquí un erotismo, que no pornografía, muy positivo", agregó.
LA LENGUA DEL AMOR
El director de escena elogió el hermoso lenguaje de esta novela de Martorell. "El valenciano es precioso, una lengua formidable. Yo diría que es la lengua del amor. Creo más en la sonoridad de las palabras que en su significado", manifestó.
El montaje cuenta con cuatro narradores de los que uno de ellos, una organista ciega, es inventado. Esta licencia pretende rendir homenaje a un personaje real que existía en Miranda de Ebro, la localidad natal de Bieito, y que aquí le ha servido para entroncar al director con las imágenes que permanentemente le acompañan, como por ejemplo, Salvador Dalí.
A este respecto, Calixto Bieito señaló que suele alimentarse más de la música, el cine, la pintura o la literatura que del teatro en sí mismo. "Todas estas disciplinas me sorprenden y lo que hago se contamina cada vez más de ellas", explicó.
PESADAS ARMADURAS
El elenco de esta función, que es "muy coral", se ha enfrentado en esta ocasión a una exigencias físicas importantes. "Hay dos actores que tienen que llevar armaduras que pesan cerca de 70 kilos, aunque las hemos rebajado un poco, y esto resulta muy duro", dijo Bieito. En cualquier caso, el director de escena señaló que en sus compañías siempre hay un entrenamiento físico importante porque el teatro, para él, es algo físico.
Asimismo, dijo tener la suerte de que la mayoría de los actores y actrices que trabajan junto a él "entiendan bien" lo que tiene en la cabeza. "De hecho, mis espectáculos están llenos de ideas suyas. Existe una complicidad muy grande entre nosotros", aseguró.
Por último, Bieito manifestó que ha disfrutado mucho con esta función que empezó a preparar hace más de dos años. En los teatros donde ha estado y estará es necesario reducir una parte importante del aforo puesto que la escenografía, una gran instalación, ocupa mucho espacio. "Me divierte esta sensación de libertad donde todo es posible. Cuando desaparezca dejaré de hacer teatro", concluyó.