El Centro del Carmen invita a "entretenerse en la mirada" de las obra de Martí Quinto a lo largo de 30 años

VALENCIA 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Centro del Carmen invita "al espectador a mirar y a entretenerse en la mirada" del pintor Martí Quinto a lo largo de algunas de sus 50 piezas más representativas de sus 30 años de trabajos en la primera exposición retrospectiva que se le dedica a este artista valenciano.

Así, lo ha señalado este martes en rueda de prensa el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, acompañado del director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat, Felipe Garín, el comisario de la muestra, Manolo Muñoz, y el propio artista.

La exposición 'Martí Quinto 19778-2013' es la primera exposición retrospectiva de este autor en la que a través de una selección de 50 piezas, entre óleos, dibujo y collage, prestadas por colecciones privadas, del propio autor y de instituciones públicas como el IVAM, se resume una obra en "continua experimentación".

De hecho, el director gerente del Consorcio de Museos ha apuntado que con esta retrospectiva "íntima, expresiva y artística" se "cubre un hueco" para poder conocer con más profundidad a este pintor cuya obra marcó el inicio de una nueva pintura a finales de los años 70.

Por su parte, el comisario de la muestra ha destacado que la obra de Martí Quinto en su conjunto es "muy distinta" a la de otros autores contemporáneos por su "aroma" al intimismo de la pintura holandesa del siglo XVII o incluso de autores americanos como Edward Hopper con la particularidad de que "congela el tiempo y nos hace cómplices de la escena, como si fuéramos un voyeur'.

RECORRIDO

El propio autor ha destacado que aunque no se trata de una muestra "excesivamente extensa" es "suficiente" para ser "un reflejo" de sus exposiciones en galerías de forma que no fueran "una simple suma de cuadros" sino una visión de los distintos momentos de su trabajo con la que se siente muy satisfecho.

Así, se pasa de su colección 'Imágenes de la memoria' en la que recrea los paisajes de la huerta valenciana entre los años 60 y 70 según sus propios recuerdos o los dibujos expuestos de la galería madrileña SEN de 1980 en los que un personaje habilita espacios urbanos o las pinturas recogidas bajo el epígrafe de 'El placer de leer' de 1983 en la que explora la existencia del espacio formando parte del inventario de las cosas.

Con posterioridad, en el conjunto presentado en la sala I Leonarte en 1999, surge la secuencia de la seriación, una sucesión de convenciones escénicas que proyectan un cambiante modo de proyectar lo instantáneo a través del gesto y de la densidad, mientras que en las pinturas de los años sucesivos (2001-2004) la preocupación por el personaje adquiere una nueva dimensión, un cierto distanciamiento.