Cultura.- La Diputación de Valencia publica un libro sobre los habitantes de El Collado en el año 9.000 a.C.

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: domingo, 24 mayo 2009 17:27

VALENCIA 24 May. (EUROPA PRESS) -

La Diputación de Valencia ha publicado un libro, basado en la investigación del yacimiento arqueológico de El Collado, en el que se determina cómo vívía en el año 9.000 a.C. un grupo de personas instalado en las inmediaciones de la actual ciudad de Oliva, donde permanecieron durante 3.500 años aproximadamente, según informaron fuentes de la institución provincial en un comunicado.

El libro recoge la investigación científica inciada por la Sección de Estudios Arqueológicos de la Diputación de Valencia en el año 1987, bajo la dirección del jefe de este área, Aparicio Pérez. La publicación consta de dos volúmenes, con un estido descriptivo en su primera parte, y otro documental en la segunda, además ilustraciones amplias sobre la disposición de los cadáveres recuperados.

Por su parte, el estudio antropológico ha sido dirigido por el director del Laboratorio de Paleopatología y Paleoantropología del Museo Arqueológico de Barcelona, el doctor Domingo Campillo Valero, y ha contado con la participación de un amplio equipo de antropólogos, radiólogos, restauradores y fotógrafos.

Durante el proceso se han estudiado las características puramente óseas de los restos, pero también la dentición, las enfermedades, la paleopatología, la bromatología o la alimentación, entre otros aspectos. Para ello se han empleado métodos tradicionales y sistemas avanzados, como es el caso de los análisis isotópicos.

El estudio ha concluido que, hacia el año 9.000 A.C., un reducido grupo, probablemente de cinco o seis personas, se trasladó a un cerro inmediato a la actual ciudad de Oliva. La finalidad era explotar el territorio circundante, que ofrecía recursos marinos y terrestres, porque la línea de costa ya se encontraba cercana, y la llanura y las montañas circundantes disponían de rebaños de distintos cuadrúpedos.

Estos nómadas pudieron trasladarse desde alguno de los yacimientos comarcales próximos, como es el caso de la Cova Foradá o El Capurri, ambos en el término muncipal de Oliva. También es probable que llegasen desde el yacimiento del Camp de Sant Antoni, localizado a apenas quinientos metros del lugar.

Entre el año 8.500 y el 7.500 A.C., el grupo incorporó cambios en su teconología, dando formas geométricas a los instrumentos de caza o pesca y creando flechas, venablos o arpones. No obstante, el reducido grupo humano no consumía grandes cantidades de productos de origen animal, ni necesitaba de un gran número de útiles durante toda su ocupación en el lugar, lo que se refleja en los restos acumulados entre los sedimentos.

Sin embargo, el hecho más significativo se da a partir del año 7.500, cuando los nuevos habitantes comienzan a enterrar a los muertos, algo que empieza a extenderse en estas pequeñas comunidades, entre personas íntimamente unidas por consanguinidad o parentesco. Así, los científicos localizaron quince individuos, en sus respectivos enterramientos, durante su investigación.

En este momento, los fallecidos dejan de ser despojos inertes para pasar a ser seres humanos, algo que los científicos valoran como "la humanización" de la sociedad y "el principio del antropocentrismo". Además, va unido con las primeras representaciones humanas en el Arte Prehistórico, el Levantino, que es un fenómeno coincidente.

ASCENSO DEL MAR Y AUMENTO DE LAS LLUVIAS

Hacia el 6.500 comienza un lento ascenso del nivel marino que anega toda la zona costera, convirtiéndola en una gran marisma o marjal, donde se hacen abundantes las especies de moluscos lagunares y las tortugas. El agua alcanza la base de la ladera donde se ubica la cavidad, por lo que las personas se ven obligadas a diversificar los útiles geométricos y crear nuevos tipos.

No obstante, a mitad del sexto milenio, el aumento de pluviosidad parece obligar al abandono del lugar, buscando asentamiento en alguna cavidad o en cabañas en el llano. Los autores de esta investigación apuestan por un traslado al pie de la ladera, junto a la llanura ahora pantanosa (el interior del casco urbano de Oliva), donde recientemente se ha encontrado un yacimiento posiblemente Neolítico.

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