Robert Rauschenberg, amigo y mentor del creador, asiste esta tarde a la inauguración de la exposición, que incluye guiños a Valencia
VALENCIA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inaugura hoy la exposición 'Darryl Pottorf. Experimentos en consecuencia', que reúne 55 obras de este artista estadounidense --la mayoría de ellas pertenecientes a una serie inspirada en la ciudad de Valencia-- que ha sintetizado en su obra el Renacimiento europeo con la escuela norteamericana. Pottorf, responsable además de una innovadora técnica a caballo entre la pintura, el dibujo y la fotografía, es asistente y amigo del artista Robert Rauschenberg, quien estará presente esta tarde a la inauguración de la muestra en el museo valenciano.
Darryl Pottorf (Cincinnati, Ohio, 1952) plasma en su obra la fascinación que desde niño sintió por el arte europeo junto con la mejor tradición del 'action painting' norteamericano. El creador capta las múltiples imágenes que pueblan sus obras --muchas ellas de gran formato y detallistas-- durante sus viajes, que ha utilizado como fuente de inspiración, según explicó hoy en rueda de prensa el propio autor.
Su verdadero descubrimiento del acervo cultural del Viejo Continente se produjo durante una estancia en Florencia que realizó mientras estudiaba en la Universidad de Florida. En los monumentos europeos Pottorf descubrió la pintura al fresco y decidió que "yo también era capaz de hacer eso".
Para crear sus propios "frescos", el artista --ya animado por Rauschenberg, a quien conoció durante sus estudios en el Edison Community College-- ideó una técnica que incluía el uso de sustancias tóxicas como la acetona con las que realizaba grandes cuadros marcados por su pasión por la fotografía en blanco y negro. Posteriormente, la peligrosidad de los materiales le hizo reinventar su proceso de trabajo e inclinarse hacia los pigmentos de color, que introdujeron las diferentes tonalidades en su obra. "Amo el arte pero quería segur vivo", bromeó.
La muestra del IVAM, que se puede contemplar hasta el próximo 18 de mayo en la Sala de la Muralla, refleja ambas etapas del autor a través de piezas que, en muchos casos, se han trasladado desde la vivienda que Pottorf posee en Florida. Todas las piezas contienen la "receta artística" del creador, que cree que de sus obras debe emanar "algo de dulzura, corazón, confusión y misterio".
El grueso de la muestra corresponde a la serie de 2007 'Experiments in Consequence', que incluye imágenes basadas en las más de 2.000 fotografías que Pottorf realizó durante una estancia en la capital del Turia. Retazos del Palacio del Marqués de Dos Aguas, la Puerta de los Apóstoles de la Catedral, la Iglesia del Carmen o escenas de la popular Plaza de la Reina son algunos de los motivos que se pueden adivinar en estos trabajos.
El creador subrayó "lo bien" que se siente en Valencia, ya que, debido a su parecido con Florida, con la que comparte un clima agradable, "es como estar en casa". "Me enamoré inmediatamente de la ciudad", confesó.
Darryl Pottorf incidió igualmente en que su pasión por el arte. "Amo tanto el arte que creo que no podría vivir sin él; es mi vida y mi alimento por eso me siento orgulloso de estar aquí en una exposición tan importante", celebró.
GENIO
En esta vida de dedicación a la creación, Pottorf destacó la "fortuna" que le ha supuesto su relación con Rauschenberg, a quien calificó como "un genio, la persona más influyente en el mundo del arte moderno".
A ambos les une una amistad de más de 30 años, lo que ha llevado que el veterano Rauschenberg acuda al museo valenciano a presenciar la apertura de la muestra. Además, cabe recordar que el IVAM le concedió en 2004 el V Premio Internacional Julio González, que no pudo recoger por problemas de salud.
Por su parte, la comisaria de la muestra, Barbera Rose, dijo entre risas que Pottorf es "un vampiro, que trabaja toda la noche y que duerme muy poco debido a su ilusión artística y energía". La directora del IVAM, Consuelo Ciscar, que ha participado también en el comisariado del proyecto, declaró que los "inconfundibles lienzos de Darryl Pottorf verifican su inquietud por las artes clásicas y su relación con los iconos de la modernidad".
Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo en el que se reproducen las obras seleccionadas y se recopilan textos de Consuelo Ciscar y Barbara Rose.
