VALENCIA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Institut Valencià de Art Modern (IVAM) descubre, a partir de hoy y hasta el próximo 23 de noviembre, al pintor valenciano Ignacio Pinazo como "reportero" de la vida italiana, a través de una exposición que reúne 262 piezas y que será la primera monográfica del artista que sale fuera de España, según explicó hoy el comisario de la exposición y catedrático de Historia del Arte de la Universitat de València, Javier Pérez Rojas.
Pérez Rojas se pronunció de esta manera durante la presentación de la muestra 'Ignacio Pinazo en Italia'. Al acto asistieron la directora del IVAM, Consuelo Císcar, el consejero delegado de Secopsa, Vicente Prieto, empresa patrocina la exposición, así como la directora del Museo Hendrik C. Andersen de Roma, Elena Di Majo, que acogerá la exposición monográfica de Pinazo hasta el 15 de marzo de 2009 en la capital italiana.
Este nuevo ciclo de la obra del artista se centra en el período 1870-1880, que coincide con las dos estancias de Pinazo en Italia, con el objetivo de completar su formación. En este sentido, la directora del IVAM explicó que Italia "seduce y cautiva" al pintor de forma que retrata sus vivencias italianas con un "lenguaje artístico que buscaba interpretar el universo con sus propias leyes mediante una visión personal sobre lo real".
Por ello, Pinazo "emprendió un itinerario que se presenta desconocido, lleno de incógnitas y de misterio desarrollando mucho más su imaginación, lo que permite que hoy valoremos su producción como una de las más importantes", apuntó.
"Su principal aportación --agregó Císcar--, siguiendo la corriente europeísta inaugurada en Francia, estriba en la captación instantánea y lumínica de las formas, desarrollando para ello una peculiar técnica de pequeñas pinceladas individualizadas y manchas de color, unidas a una ejecución rápida, que en algunos casos parece tener como resultasdo una aspecto abocetado o inconcluso".
Por su parte, Pérez Rojas indicó que esta es "una de las muestras más importante que se han realizado de Pinazo hasta el momento", ya que "el genio del artista queda bien reflejado" en un periodo en el que desarrolla "una impresionante actividad, trabajando a un ritmo frenético".
Hay artistas que maduran, continuó el comisario, "pero si Pinazo se hubiera muerto después de su época italiana seguiría siendo un gran pintor". Así, en esta exhibición se ve como el pintor "se recrea en la pintura de innumerables facetas de la vida moderna de Roma cuando muchos artista habían elegido París, que era el centro, sin embargo a Pinazo le sobra con Roma".
"CRÓNICA DE LA VIDA"
Pinazo "no se centra en la Roma académica" sino que realiza "una crónica especial de la vida cotidiana", ya que, según el comisario de la muestra, "era un poco reportero" por lo que intenta "reflejar algunos acontecimientos como la muerte del rey o la del Papa". De esta manera, agregó, realiza "un proceso de disección de la realidad" puesto que es "un hombre muy analítico".
Preguntado por qué ha tardado tanto en salir fuera de España una monográfica de Pinazo, Pérez Rojas señaló que el artista "no tiene marketing" y, además, se "automarginó" en Valencia y Godella, "aislamiento que ha pesado en Pinazo" y, por eso, "le damos este impulso desde el IVAM", destacó.
Respecto a lo que el pintor aprendió durante su estancia en Italia, el comisario explicó que hasta llegar a Roma el valenciano "apenas había trabajado el paisaje", por lo que "descubre el paisaje" de Roma "a través de sus jardines y parques" y, además, "madura su lenguaje y amplía su horizonte".
En su primera estancia de 1873-1874, de las dos que realizó a Italia, Pinazo no realiza grandes composiciones sino estudios y obras de pequeño formato inspiradas en la realidad más inmediata. El paisaje y la pintura al aire libre se abren camino con decisión a partir de este momento, pues hasta ahora había cultivado preferentemente el retrato y la pintura costumbrista.
Su visión del paisaje se distancia de la de otros cultivadores del género. En este sentido, nadie abordaría la relidad geográfica con el sentido tan claro de contemporaneidad como Pinazo. Aparece, así, una nueva percepción de la naturaleza que pronto supera los antecedentes valencianos y tiene mucho que ver con la renovación que habían trazado Fortuny y Rosales.
Las 262 obras de la exposición provienen de la Casa Museo Pinazo, Museo de Bellas Artes de Valencia, Museo de Bellas Artes de Asturias, Diputación de Valencia, Museo Nacional de Cerámica González Martí y el Museo del Prado, además de los fondos del IVAM.
