Cultura.- Louis Pepe y Keith Fulton apuestan por sacar al documental del gueto y borrar su "frontera" con la ficción

Actualizado: martes, 20 junio 2006 20:12

Los directores de 'Lost in la Mancha' protagonizan el ciclo 'Zona documental' de Cinema Jove y la SGAE

VALENCIA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los directores estadounidenses Louis Pepe y Keith Fulton, autores del documental 'Lost in la Mancha', que narra el fallido rodaje de la adaptación de Terry Gilliam del Quijote, apostaron hoy en Valencia por sacar al documental del "gueto" en el que se encuentra confinado y consideraron que la frontera que separa este género de la ficción es "arbitraria porque ambos consisten en contar historias". A pesar de su origen norteamericano, los últimos trabajos de esta pareja británica cuentan con producción británica porque, según explicaron, "los directores siempre siguen al dinero y en Inglaterra conseguimos financiación para proyectos muy experimentales, algo que resulta imposible en Estados Unidos".

Los dos realizadores, que protagonizan el ciclo 'Zona documental' organizado dentro de la XXI edición del Festival Internacional de Cine Cinema Jove en colaboración con la SGAE, coincidieron en afirmar que sus trabajos "no están muy en la línea de Hollywood" y agregaron que esta industria tiende a trazar una línea entre la ficción y el documental condenando éste último a una "especie de gueto apartado del resto de producciones cinematográficas".

Además, opinaron que en Estados Unidos el cine independiente ha dejado de serlo, puesto que "los grandes estudios, como Warner, Universal o 20th Century Fox, han absorbido a las pequeñas compañías que financiaban este tipo de películas y han creado sus propios departamentos de cine independiente".

Los autores comentaron algunos de los detalles del rodaje de su mayor éxito hasta el momento, el documental 'Lost in la Mancha', que ofrece una mirada única y poco ortodoxa de la dura realidad que supone hacer una película. El filme ilustra el fallido rodaje de la adaptación que Terry Gilliam pretendió llevar a cabo en el año 2000 del Quijote y que tuvo que interrumpirse al sexto de día de producción a causa de una "combinación de falta de dinero y mala suerte", relató Louis Pepe.

Lo que en principio iba a ser un 'making off' del rodaje acabó convirtiéndose en el "retrato de un fracaso", ya que al poco tiempo de comenzar la producción se produjeron inundaciones que destruyeron los decorados y dañaron los equipos técnicos y el actor principal enfermó seriamente. A pesar de que Gilliam había conseguido un presupuesto de 36 millones de dólares no fue suficiente para hacer frente a estos imprevistos, de manera que el proyecto se vino a bajo. Una vez paralizado el rodaje, la cámara de Fulton y Pepe continuó grabando para conseguir un documento "difícil desde el punto de vista emocional", reconocieron los realizadores, que agregaron que Terry Gilliam es "un amigo, por lo que nos resultó difícil ver cómo sufría".

Matizaron que el director "no afrontó el proyecto de una forma irresponsable" pero añadieron que, "en muchas ocasiones, cuando un cineasta consigue fama y poder, una de las razones de que sus películas sean cada vez menos interesantes es su entorno le dice que sí a todo, de forma que el director acaba siendo una víctima de esta situación".

Asimismo, manifestaron que a partir de ahora no harán más documentales de este tipo porque "haremos nuestras propias películas y no permitiremos que nadie entre a grabar en el rodaje", apuntaron entre risas.

"CONTRATO DE CONFIANZA"

Por otra parte, los realizadores también se refirieron al filme 'Brothers of the head', que se proyectó en la gala inaugural de Cinema Jove y que Keith Fulton definió como "un documental-fantasía". Al respecto, Louis Pepe aseveró que "en un mundo ideal lo mejor sería alternar documental y ficción porque de cada género se aprenden cosas diferentes". "La principal enseñanza del documental --que es un contrato de confianza entre el director y el sujeto que se filma-- es que se pueden conseguir imágenes de un gran dramatismo a través de la interacción humana más simple, mientras que en la ficción uno se centra en la idea de formar una historia", dijo.

Añadió que "la gente cree que todo lo que ve en un documental es cierto" pero el autor advirtió de que "cualquier material que sufra un proceso de montaje constituye ya una ficción".

Finalmente, interrogados por cómo se reparten las tareas en cada proyecto, explicaron que "tienen personalidades muy diferentes, por lo que pronto quedó claro cuáles son las habilidades de cada uno". "Louis es más country y yo más rock&roll", concluyó Fulton con humor.