VALENCIA 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Institut Valencià d'Art Modern (Ivam) invita a recorrer 'Camino de santos' a través de un "diálogo" artístico entre los creadores Nelson Leiner y Alburquerque Mendes que alternan lo sagrado y lo profano para "provocar una reflexión sobre el sentido de la vida", explicó la comisaria, Isabel Durán durante la presentación de la muestra junto a la directora del Ivam, Consuelo Císcar, y presidenta de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), Soledad López, y el propio Alburquerque.
La exposición que se enmarca en el programa de actividades que conmemoran el bicentenario de los movimientos de independencia de Latinoamérica, permanecerá en la Sala de la Muralla del Ivam hasta el 26 de abril, "cuestiona los sentidos, las normas y los rituales" en una obra única y común de ambos artistas que, a pesar de tener visiones muy distintas, se consideran "hermanos en el plano creativo", resaltó Císcar.
Con un discurso expositivo, 'Camino de Santos' apela a la idea de desfile y procesión como hilo conductor del cruce de historias que proponen los dos creadores. El "enfoque idealista y romántico" lo aporta Mendes a lo largo de 14 dibujos que representan momentos de la vida de Jesús y de santos que lo rodearon, pero todos ellos con el rostro del artista. Los marcos, creados con barro en el mismo museo, forman parte del sentido simbólico y cristiano del "origen" del ser humano.
Junto a ellos, Leirner presenta bajo una perspectiva más "pagana y escéptica" una procesión de figuritas que siguen la hilera de cuadros. Santos, vírgenes, animalitos varios, niños de comunión o músicos, desfilan por la sala para personificar algo que rodee la vida de cada uno. Alcanzan la edad de Cristo con 33 pequeñas pinturas simbólicas y continúan en una fila de platos para representar "el día a día" de las personas, hasta llegar a unas pinturas que desvelan "el final del camino, un falso edén, un falso paraíso".
Así, Leirner tiene un "lado provocador muy pagano" mientras Mendes tiene un "lado provocador muy cristiano", subrayó el propio Mendes. De este modo, el creador brasileño "representa el infierno" y "mezcla lo pagano con su extremada superstición", mientras el artista portugués es "el cielo" y coloca la religión en el centro de todo, explicó.
Se observa pues un "diálogo cultural entre las dos orillas del Atlántico con dos artistas de talla internacional aparentemente diferentes que coinciden en su interés por investigar la noción de identidad y el sentido de la vida", destacó la directora de la SECC. Se presenta como un desfile, como una procesión de historias donde el paralelismo va desapareciendo hasta confluir en la última pieza que es la metáfora del final del camino, añadió.
Para Soledad López, la muestra es el producto de conversación en la que "las palabras se han sustituido por los sentimientos y las emociones generando unas piezas que suman la representación de las eternas preguntas que se hace el ser humano: la preocupación por el qué hacemos en el camino mientras caminamos y qué hicieron los que estuvieron antes".