Cultura.-El Palau revive la "convulsión artística" de El Paso en su 50 aniversario con obras de Saura, Canogar y Francés

Actualizado: miércoles, 23 mayo 2007 16:54

Rafael Canogar reivindica la vigencia del grupo y cree que su disolución era necesaria para que los jóvenes "soltaran las amarras"

VALENCIA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Palau de la Música de Valencia inaugurará mañana la exposición 'Puentes a la abstracción. 50 años del grupo El Paso', que rinde homenaje, medio siglo después de su creación, a una generación de artistas que "convulsionó" el panorama creativo nacional en plena dictadura franquista y vinculó de nuevo a España al contexto artístico internacional, según señaló hoy en rueda de prensa Rafael Canogar, uno de los miembros del mítico colectivo.

La muestra, que se se podrá visitar en la Sala de Exposiciones del auditorio hasta el próximo 22 de julio, revisa el legado de El Paso a través de un total de 35 piezas fechadas entre 1957 y 1960 de los diez artistas que participaron en él, Antonio Saura, Luis Feito, Juana Francés, Manuel Millares, Pablo Serrano, Manuel Rivera, Antonio Suárez, Martín Chirino y Manuel Viola, además del propio Canogar, así como los escritores Manuel Conde y José Ayllón. Junto a las obras, la selección, patrocinada por Ibercaja, que celebra los 25 años de su implantación en la Comunitat Valenciana, exhibe una serie de piezas documentales, ente las que destaca el manifiesto con el que el grupo comenzó su andadura en 1957.

La exposición rastrea los cuatro años en los que permaneció activo el colectivo y ofrece una mirada sobre algunas de las mejores piezas que produjo. Así, se presentan, entre otras, 'Multitud' (1960) de Saura, en la que se encuentran reminiscencias de Pollock; un ejemplo de la escultura espiral de Martín Chirino ('Viento', 1959); una abstracta pintura negra de Manuel Viola titulada 'Semana Santa' (1959) o 'Hierros encontrados y soldados' de Pablo Serrano. Creaciones de Luis Feito, Juana Francés, Manuel Millares, Manuel Rivera y Antonio Suárez completan el recorrido expositivo.

Rafael Canogar explicó que el surgimiento de El Paso en la España de los 50 quería "romper" con una situación "precaria en la que no había ni marchantes ni críticos serios, ni tampoco galerías". "Por no haber, no había ni un museo de arte contemporáneo", recordó.

En este estado de cosas, fruto sobre todo de la Guerra Civil española, irrumpió El Paso, que, a través del informalismo y la abstracción, "tendió un puente para incorporarnos de nuevo al mundo del arte". La presencia de algunos de sus componentes en las bienales de Sao Paulo y Venecia, así como sus exposiciones en espacios de París y Nueva York fueron prueba de ello. El grupo mantuvo además contactos con otras iniciativas destacadas, como el Grup Parpalló, con quien "tuvimos contactos y colaboraciones", dijo Canogar, que recordó la amistad que le unió a Vicente Aguilera Cerni.

El artista subrayó que actualmente "es difícil entender cómo era aquel país, porque se trata de otros universo", aseguró y se felicitó porque hoy en día "se ha ganado terreno a zancadas" en el ámbito artístico y se ha logrado que "la presencia española sea relevante", opinó. No obstante, reivindicó la vigencia del grupo y la "enorme personalidad" de todos sus integrantes.

CRÍTICA AL FRANQUISMO

El autor llamó la atención además sobre el carácter "crítico" del grupo, que se convirtió en un "grito de rebeldía" bajo el régimen franquista. Enm este sentido, admitió que en las obras "hubo crítica implícita al franquismo a pesar de la dificultad que podía haber en reconocerla en una pintura abstracta". Como anécdota, relató que "en una exposición e Murcia en 1957 hubo que poner Policía porque había gente que quería destrozar los cuadros porque creían que era una tomadura de pelo". Por tanto, "hacer una pintura que se estaba haciendo en los países libres era también una manifestación de libertad", aseveró. Asimismo, Canogar justificó que la desaparición del El Paso --hecha pública en 1960 en 'La Gaceta Ilustrada' en un escrito titulado 'Última Comunicación'-- en que "había que matar de alguna manera al padre para que las generaciones más jóvenes rompieran las amarras" de El Paso. Luis Gordillo y José Guerrero fueron dos de los máximos artífices del cambio, según el artista.