Cultura.- La UV rescata del exilio interior al pintor surrealista Antonio Bernad con la primera retrospectiva de su obra

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: jueves, 2 octubre 2008 17:00

VALENCIA 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Universitat de València inaugura hoy en el edificio histórico de La Nau la exposición 'Antonio Bernad. Humanitat, humor i surrealisme', la primera retrospectiva que se dedica a este desconocido autor alicantino, nacido en Elx en 1917, y que supone su "recuperación definitiva" después de décadas encerrado en un "exilio interior".

La muestra, que abre la programación cultural de otoño de la institución académica, fue presentada hoy en rueda de prensa por el vicerrector de Cultura, Rafael Gil, el comisario del proyecto, Francisco Agramunt, y el hijo del artista, Antonio Bernad.

La selección reúne más de 120 obras --inéditas para el gran público y muchas de las cuales se van a donar a los fondos de la Universitat-- que pretenden dar a conocer al público la obra de un artista capital del surrealismo español del exilio americano y propiciar su "recuperación definitiva", recalcó Agramunt.

El especialista explicó que, "tanto por circunstancias personales como por su carácter introvertido, Bernad nunca ha sido profeta a su tierra, aun cuando su trayectoria personal y artística lo acreditan como uno de los grandes creadores surrealistas del exilio republicano, de la talla, sin duda , de Eugenio Granell, con quien compartió amistad y avatares a la República Dominicana". Ambos se establecieron allí tras la derrota republicana y pasar por los campos de concentración franceses.

Aunque el creador nació en Elx, pasó su infancia y adolescencia en Albacete. Desde bien joven, Bernad ya mostró sus inquietudes artísticas con la publicación de caricaturas en la prensa de esta ciudad. Pero no fue hasta algunos años más tarde, ya en el exilio, cuando la personalidad creativa del artista llegó a las cumbres más altas.

Tras los avatares de la Guerra civil, Bernad, siguiendo unas profundas convicciones republicanas, tomó el camino del exilio después de haber pasado por campos de concentración franceses. En aquel momento, Santo Domingo era la puerta de entrada en América, no solamente para los exiliados españoles sino también para muchos europeos que huían de las atrocidades de la II Guerra Mundial.

Por ello, coincidió allí con artistas como André Breton, Eugenio Granell o Vela Zanetti, con quienes entabló una gran amistad que mantendría a lo largo de toda la vida. En este período, el valenciano se erigió además como "el máximo exponente de la caricatura dominicana en el siglo XX".

Posteriormente, Bernad intentó instalarse en Puerto Rico pero, a causa de algunos problemas burocráticos que le impidieron quedarse al país, decidió marchar a México. En la capital azteca trabajó como dibujante para el editorial Uthea y frecuentó las tertulias de los exiliados españoles en el café Papagayo, dónde conoció a Josep Renau, el pintor Enric Climent, los hermanos Vilalta y el caricaturista Guasp.

DIFICULTADES

Pese a que disfrutó de una buena situación económica, decidió volver en España en 1953, donde encontró dificultades para ejercer su profesión que le llevaron a trabajar como agente comercial para mantener la familia. De hecho, las obras que se pueden contemplar hasta el próximo 23 de noviembre en la Sala Estudi General de la Nau no habían sido expuestas anteriormente y la primera exposición retrospectiva le ha llegado con más de 90 años, destacó el comisario de la muestra.

El hijo del pintor, Antonio Bernad, agradeció a la Universitat de València la recuperación y el reconocimiento de la figura de su padre y anunció que donará a la institución una parte significativa de las piezas que conforman la selección.

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