VALENCIA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los actores Verónica Forqué y Santiago Ramos protagonizan en el Teatro Olympia de Valencia una nueva adaptación de la obra 'Ay Carmela', del autor valenciano José Sanchis Sinisterra, que vuelve a los escenarios dos décadas después de su estreno con un mensaje de recuperación de la memoria histórica y una vigencia absoluta, asentada en la "capacidad de comunicación brutal" que posee el texto.
Los protagonistas del montaje, acompañados por su director, Miguel Narros, presentaron hoy la producción en Valencia, donde estará en cartel hasta el próximo 23 de marzo. Todos ellos invitaron a los aficionados a redescubrir esta obra convertida ya en un clásico del repertorio dramática y que no tiene "nada que ver" con la adaptación cinematográfica, aseguraron.
De hecho, Miguel Narros subrayó que la función pone el acento en "el teatro dentro del teatro" y crea situaciones "absolutamente mágicas". El director reconoció que la pieza toma partido y "se nota que está escrita por un hombre de izquierdas" aunque los hechos se narran de una manera tan "delicada que no pueden ofender a nadie", recalcó.
'Ay Carmela' cuenta una historia ambientada en la Guerra Civil protagonizada por una pareja de cómicos que se encuentran entre los dos bandos enfrentados, el republicano y el nacional. Carmela y Paulino regresan a Valencia pero en el camino se pierden y entran en la zona nacional, donde son detenidos y encerrados en un colegio en el que se hacinan los prisioneros capturados.
Todo parece indicar que van a ser fusilados pero al enterarse un oficial italiano que son cómicos les hace una oferta para que trabajen como actores en el bando franquista. La posibilidad de salvar la vida pasa por interpretar una comedia pero ésta choca de lleno con al ideología de los espectadores que esa noche presenciarán la función.
A partir de esta trama, la obra plantea dos maneras de reaccionar ante la contienda. Mientras Carmela planta cara ante la injusticia, Paulino es capaz de llegar a arrastrase para sobrevivir. Representan de este modo "una España heroica y otra que no lo fue", manifestó Santiago Ramos, que comparó a los personajes con "un Quijote y un Sancho Panza".
El intérprete subrayó su "ilusión" por participar en esta reposición, ya que "desde que vi por primera vez esta obra quise encarnar a Paulino, un papel que cualquier actor desea hacer", aseguró.
Para Ramos, el éxito que todavía consigue la producción --que lleva dos años y medio de gira por teatros de todo el país-- reside en su "capacidad brutal de comunicación" y en la habilidad de Sanchis Sinisterra para trasladar las emociones. "Estamos ante uno de los grandes textos de la literatura continental y universal", aseveró.
ROSA Y LLANTO
Por su parte, Verónica Forqué, que se mostró "encantada y algo nerviosa" por debutar en el Teatro Olympia, se refirió al "tono difícil" que mantiene esta obra, ya que alterna "momentos hilarantes por su propio patetismo con otros muy emocionantes". "La gente ríe y llora y esto pasa pocas veces en el teatro y cuando sucede es maravilloso", relató.
La popular intérprete reconoció que le gusta hacer comedias y que ha hecho muchas a lo largo de su dilatada trayectoria, aunque recalcó que "nosotros somos ante todo actores" por lo que cuando hay que interpretar una tragicomedia como esta "recurrimos a nuestra experiencia, a nuestra brillantez y también a nuestras miserias" para hacerla llegar a los espectadores.
