VALENCIA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat planteará al Gobierno Central la creación de una comisión de seguimiento con la Comunitat Valenciana en la que esté también representado el sector de la hostelería y la administración local para conseguir una aplicación "sensata" de la Ley de Costas respecto a los chiringuitos, que contemple las peculiaridades valencianas, según explicó hoy la consellera de Turisme, Angélica Such.
Such se manifestó en estos términos tras reunirse con el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Gelabert y con la concejala de playas del ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal para tratar la problemática sobre la regularización de los 'chiringuitos'.
La consellera aseguró en la comisión tratarán de encontrar una solución al "problema que está generando el Gobierno Central", porque la Ley de Costas, recordó, data de 1988, y "la realidad social que tenemos ahora mismo ha dejado esa normativa obsoleta", por lo que "venir a querer aplicarla de forma tajante y rigurosa, en un año como el que estamos atravesando", con la "complejidad" que al sector le está ocasionando la crisis económica "no tiene ningún sentido".
La aplicación de la ley, advirtió, se debe hacer de forma "sensata y razonable", como, dijo, solicitaron los populares recientemente en el Congreso en una iniciativa que fue desestimada. Such insistió en que defenderán "los intereses de un sector y una oferta turística que es parte ya de nuestra identidad, una costumbre en nuestros turistas y supone una generación de riqueza y empleo".
Asimismo, calificó de "ejemplar" la situación del sector en la Comunitat Valenciana y señaló que "cada costa tiene sus particularidades", por lo que, indicó, "lo que está pidiendo el sector no es ni más ni menos que se haga una aplicación teniendo en cuenta el caso concreto y las peculiaridades de cada lugar", reivindicación que se llevará a la comisión que pretenden impulsar con el Ministerio de Medio Ambiente y de Medio Rural y Marino, al que pertenece la Dirección General de Costas.
Por su parte, el presidente de los hosteleros se mostró dispuesto a "llegar donde se tenga que llegar" para buscar "un ordenamiento bueno, sostenible y que dé prestigio al turismo español y al de la Comunitat Valenciana".
Señaló que con la aplicación de la ley de Costas, un domingo de verano o primavera, las 4.500 personas que pueden comer en los locales de la Malvarrosa se reducirían a 2.000 y calificó de "totalmente ilógica" la situación.
CHIRINGUITOS NO, RESTAURANTES
También aseguró que han transmitido al ministerio que consideran que los establecimientos de la Comunitat no son chiringuitos, sino "restaurantes", independientemente de que después haya locales que en la ordenación quieran optar por hacer establecimientos más pequeños donde se sirvan sólo bebidas o bocadillos. En cualquier caso, insistió en que para hacer restauración se necesitan unos determinados metros cuadrados.
En cuanto a acuerdos con Costas, afirmó que los alcanzados en la Comunitat "siempre pasan por el cumplimiento de la ley", y lamentó el "nuevo posicionamiento" de la actual titular de la Dirección General respecto a su antecesor que se centra en "un empecinamiento" en cumplir una ley "anticuada" que no tiene "ningún sentido".
Gelabert lamentó "el empecinamiento de no querer sentarse en una mesa de diálogo, sobre todo teniendo en cuenta una ley tan anticuada y un territorio muy ordenado, como tenemos en la Comunitat Valenciana" y expresó su satisfacción por la actitud de Consell y ayuntamiento.
También dijo que le parece "mentira" que se abra este debate en un país como España y en el momento actual de crisis económica e instó a defender "algo que es propio del territorio español y de nuestra forma de ser". Se puso a sí mismo como ejemplo y recordó como con "16 ó 17 años me enamoré en la Malvarrosa".
Sobre si pedirán el cambio de la ley, manifestó que "nosotros debemos hacer todo lo posible, lo que esté en nuestra mano y si es una ley obsoleta, pues habrá que cambiarla" o puede que no haga falta "porque quizá hay otros mecanismos".
Por su parte, Bernal apeló a "aplicar el sentido común" ante una ley "ciertamente obsoleta" cuya aplicación implicaría la pérdida de puestos de trabajo de empleados y proveedores e instó a contemplar cómo "detrás de aplicaciones a rajatabla hay personas".
También opinó que en el caso concreto de Valencia, la playa es "ordenada" a diferencia de otras ciudades y dispone de "auténticos restaurantes de calidad de playa" y no de lo que normalmente se conoce como chiringuitos.