CASTELLÓN, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Sanidad ha realizado con éxito el primer ensayo de la receta electrónica en una oficina de farmacia de Borriol (Castellón). En concreto, se ha realizado una prueba de dispensación electrónica de medicamentos sin el soporte papel de la receta tradicional, según informó la Generalitat en un comunicado.
Estas pruebas o ensayos, que también se han realizado ya en oficinas de farmacia de las localidades valencianas de Sollana y Almussafes y que continuarán las próximas semanas, "pretenden comprobar que no hay ningún error entre lo prescrito en el centro de salud y la información que llega a la farmacia", según explicó.
De este modo, el ordenador de la farmacia de Borriol se ha conectado con el Sistema informático del Colegio de Farmacéuticos de Castellón (SICOF), y éste a su vez con el servidor de prescripciones GAIA de la Conselleria de Sanidad.
El director general de Farmacia y Productos Sanitarios, José Luís Gomis, explicó que estas pruebas "son el paso técnico previo para la puesta en marcha de la receta electrónica en las oficinas de farmacia de la Comunitat" y añadió que la incorporación de las farmacias a la dispensación electrónica será "paulatina hasta ir culminando el proceso por departamentos de salud".
En este sentido, el director general anunció que en los próximos días se realizarán estas mismas pruebas en las oficinas de farmacia de los municipios castellonenses de Lucena, San Juan de Moró y Traiguera y que en los próximos seis meses todas las farmacias de la provincia de Castellón realizarán estas pruebas de dispensación electrónica. Asimismo, en una última fase, se incorporarán los establecimeintos de las poblaciones con mayor número de habitantes, incluida la propia capital.
El proceso será similar en las otras dos provincias de la Comunitat, subrayó el director general, quien también manifestó que el departamento de salud número 11 del hospital de La Ribera, será el primero que incorpore en su totalidad esta modalidad de dispensación electrónica.
A través de la tarjeta SIP, leída desde una oficina de farmacia, se podrán dispensar las recetas prescritas por los médicos del centro de salud sin que el paciente acuda a la farmacia con la tradicional receta. El médico sólo imprimirá en papel y entregará al paciente una hoja que recogerá las pautas que debe seguir para su tratamiento. La Conselleria de Sanidad conocerá, de forma instantánea, la medicación dispensada y aquella otra que, por alguna causa no haya sido retirada.
La receta electrónica supone "ventajas tanto para el usuario, como para el personal sanitario y para la Administración" y será "especialmente importante para los pacientes crónicos, que evitarán las frecuentes visitas al médico para continuar aquellos tratamientos que no requieran revisión a corto plazo, ya que serán prescritos previamente en un solo acto, indicando la cantidad y duración necesarias".
Asimismo, según José Luís Gomis, "el facultativo dispondrá de más tiempo para atender al paciente, alrededor de 45 minutos más, el tiempo que hasta ahora utilizaba para cumplimentar las recetas, reduciendo así la presión asistencial". Por último, el farmacéutico "verá reducido a cero el error en la dispensación y la Administración conseguirá una mejor información sobre el consumo y gasto farmacéutico y la reducción de fraudes".
Más de 2.200 oficinas de farmacia de la Comunitat Valenciana adaptarán sus sistemas de tratamiento de la información, equipos informáticos, programas y servicios, con objeto de llevar a cabo la implantación de la receta electrónica. En concreto, actualmente existen un total de 2.222 oficinas de farmacia abiertas al público en las tres provincias: 742 en Alicante, 289 en Castellón y 1.191 en Valencia.
