Rodaje de 'María Martínez Ruiz no puede volver', la nueva película de Òscar Bernàcer - ANTONIO CALATAYUD
VALÈNCIA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las instalaciones de À Punt se han transformado este lunes en una redacción de los años noventa con ordenadores de sobremesa, grabadoras, máquinas de escribir electrónicas, cintas de VHS y listados telefónicos para acoger el rodaje de la nueva cinta del director valenciano Òscar Bernácer 'María Martínez Ruiz no puede volver'.
Una comedia dramática que reflexiona sobre el lado oscuro de la televisión y de nuestra sociedad a partir de las dinámicas de poder que se establecen en un programa de testimonios de finales de los 90 y principios de los 2000 llamado 'Verònica t'escolta' (Verònica te escucha).
La cinta se ha rodado en su mayoría en las instalaciones de la radiotelevisión pública valenciana y en distintas localizaciones de València. Está protagonizada por Carmen Arrufat y Àlex Monner y cuenta entre su elenco con los actores Sergio Caballero, Marta Belenguer, Dani Bayona y Carlos Blanco.
La historia nace de las propias vivencias de la guionista Gracia Solera que, con 23 años, cuando empezaba en uno de sus primeros trabajos para televisión en un programa de testimonios, entre la euforia y la ilusión de comenzar en ese mundo, descubrió su lado más oscuro.
'María Martínez Ruiz no puede volver', fue lo que leyó Solera en un cartel colgado en la redacción en la que trabajaba. Una orden dirigida al equipo para que aquella mujer no volviera a participar más en el programa.
Según ha explicado la periodista en declaraciones a Europa Press, María Martínez Ruiz era una señora "muy humilde" que tenía "un talento especial para inventarse historias y para contarlas" y que, "con tal de que la peinaran y la maquillaran", era capaz de convertirse en cualquier testimonio que se necesitara.
LA "PERVERSIÓN" DE LA TELEVISIÓN
Con esta vivencia como eje central y, bajo la dirección de Óscar Bernàcer, Solera va tejiendo un relato donde, a través de la protagonista descubrimos la historia de una joven periodista que, "con toda su inocencia, entra a hacer su primer programa de televisión y cómo ésta la va pervirtiendo".
"Ella llega con toda su ilusión de trabajar como periodista pero la televisión la va pervirtiendo, le enseña a manipular a las personas para que vayan al programa, para que cuenten lo que ella quiere y, en ese camino, se cruza con María Martínez Ruiz, que tiene unas circunstancias personales bastante complicadas, pero que a la vez tiene esa ternura y esa gracia contando las cosas", ha explicado la guionista.
En este sentido, ha señalado que el 70 por ciento de lo que cuenta la película son situaciones que le han ocurrido a ella o a compañeros y que, aunque esté ambientada en los finales de los 90 y principios de los 2000, estas cosas "aún se siguen produciendo en muchas redacciones y, sobre todo, en redacciones de ese tipo de programas".
"Son situaciones de maltrato y abuso que siguen viviendo mis compañeros", ha asegurado la guionista, quien sostiene que, aunque dejó la televisión hace cinco años, le parece "importante contarlo y denunciarlo".
De este modo, ha apuntado que la película habla "del abuso en todas su versiones: del abuso sexual, del abuso de poder..." y muestra la "dinámica perversa" que se genera en ese tipo de programas donde, "por un lado, el público está demandando ese tipo de contenido, y, por otro lado, la redacción se lo está dando".
"El jefe lo está haciendo porque sino desaparece el programa y, a su vez, abusa del guionista y del redactor para que consiga los testimonios y el redactor está abusando de la persona anónima que viene y, a veces, incluso, la persona anónima quiere venir porque quiere conseguir notoriedad o por cualquier otro asunto", ha subrayado.
"MENSAJES MUY PARECIDOS O MÁS BESTIAS"
En esta línea, Gracia Solera ha incidido en que en la actualidad continúan existiendo programas con dinámicas igual de tóxicas que hace años pero que existe "una visión más hipócrita e intentamos disimular, pero al final estamos mandando más o menos mensajes muy parecidos e incluso más bestias".
Sin embargo, ha defendido que ahora "sí que se tiene perspectiva para darnos cuenta de que las cosas están mal": "Tenemos un sentido crítico que hace todavía más terrible que muchas veces consintamos que estén emitiendo cosas como las que estamos viendo o que se den en las redacciones las situaciones que se están dando porque hay muchas situaciones en televisión con compañeros que son terroríficas", ha aseverado.
Por su parte, el director de la película ha explicado que descubrió esta historia a raíz de trabajar con Solera como guionistas en un documental y que, cuando le contó que estaba escribiendo su primer guion de ficción y lo leyó, le pareció "muy divertido, negro y duro" y le propuso llevarlo a cabo.
En este sentido, ha señalado que el enfoque está "muy volcado" en respetar el guion original y que las cosas que se han podido cambiar han sido por "imposibilidades" ya que la prioridad estaba en "respetar su mirada" porque la guionista cuenta con "casi 20 años de experiencia en programas de entretenimiento y una buena parte de ellos han sido un programa de testimonios".
"Yo creo que era importante que cualquier cosa que se fuera a trabajar desde la dirección pasara por una conversación con ella y la verdad que ha sido muy agradable porque yo vengo más del documental (...) y ella tenía muchísima experiencia y me ha venido muy bien para enfocar en la película", ha precisado.
Respecto al tono cómico de la cinta, Bernàcer ha subrayado que lo que el espectador va a poder ver es "el camino hacia una tragedia que está constantemente salpicada de momento tan inverosímiles que te llevan a la comedia".
"VIAJE EN PICADO A LA OSCURIDAD"
"Personajes tan histriónicos o situaciones tan extrañas que están vividas desde el drama de salir adelante, pero, inevitablemente, te llevan a echar una carcajada, porque son situaciones muy rocambolescas que transitan hacia la tragedia", ha remarcado el director.
Por su parte, la actriz Carmen Arrufat, quien interpreta a la protagonista de la historia, ha destacado que su personaje permite contemplar ese "viaje en picado a la oscuridad" que lleva a cabo y cómo "se ve envuelta en un círculo de violencia normalizada que hace que, al final, pierda un poco el contacto con la realidad, con sus propios valores y pierda un poco el sentido del bien y el mal".
En este sentido, ha indicado que, a lo largo de la historia, la protagonista va transitando "un dolor que se va haciendo grande" a medida que va descubriendo cómo funciona el mundo de la tele por dentro: "Entras en un sitio con toda tu ilusión, como una niña en la Noche de Reyes y, de repente, ves tortazos por todas partes y que eso está normalizado y que no tienes a nadie a quien agarrarte", ha relatado.