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VALENCIA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El artista Jorge Ballester (Valencia, 1941) asegura que vender sus creaciones le produce "una sensación dolorosa, porque son un poco hijos". "Prefiero el cuadro que el dinero que te proporciona y, por eso mismo, he querido pintar y conservar la obra pero ahora estoy dispuesto a lo toque", ha señalado.
El autor --protagonista de la escena artística española e internacional en los años 60 y 70 del pasado siglo como cofundador, junto a Joan Cardells, del Equipo Realidad-- ha realizado estas manifestaciones durante la presentación de su primera exposición comercial en solitario en la Galería Punto de Valencia, que supone su rescate para el mercado tras casi cuatro décadas de alejamiento voluntario.
Ballester ha reconocido a los medios que lo que le ha empujado a aceptar una exhibición de este tipo --aunque no todas las obras están a la venta, puesto que no ha querido renunciar de ellas-- es que "llega el momento en el que no hay trabajo" de diseño gráfico, para teatro o interiorismo que había realizado hasta el momento, lo que le ha llevado a desprenderse de determinadas piezas. "Cuando una persona llega y se lleva un cuadro, se te cae una lagrimita", ha aseverado.
Para esta reaparición --que se suma a la exitosa exposición que le dedicó la Universitat de València en 2011--, el pintor ha elegido la Galería Punto, que apostó por él en 1972. Bajo el título 'Inclasificable', la muestra repasa sus 35 años de labor en solitario y permite disfrutar obras inéditas.
Este es el caso de la mayoría de 'Retratos a contracorriente', donde hay "una reivindicación de la libertad del individuo" recreando a protagonistas "canallas" de la aventura cultural del período de entreguerras del pasado siglo. Picabia, Salmon, Jarry, Pittaluga, Feneon y Duchamp, están en esta lista.
"EL SOROLLISMO NO HAY QUIEN LO AGUANTE"
Sobre este último, el artista ha bromeado: "El inefable Duchamp no puede faltar, empieza a caerme gordito de tanta presencia; Duchamp no me molesta, me molestan los 'duchampianos', aunque yo lo soy de cierto modo; es lo que me pasa con Joaquín Sorolla, un gran pintor, pero el sorollismo no hay quien lo aguante".
Otra de las series incluidas en la selección es 'Ucronías cubistas', en la que Ballester resalta el Cubismo como "el período más rompedor que ha habido en 600 años" al acabar con la imposición del punto de vista que existía desde el Renacimiento.
Por ultimo, se exhibe el nuevo conjunto --"la última cosecha", según el artista-- 'Objetos Convulsos', en el que se aproxima desenfadadamente a lo que ha venido llamándose "la poesía del objeto" a la manera del maestro Joan Brossa, Meret Oppenheim o Magritte. De esta forma, se pueden ver curiosidades como un 'zapato-cucaracha'.
Ballester ha defendido que en el proceso artístico hay que "escuchar a la obra" y, si no lo haces, "se te cae". Cuando se le han recordado en tono jocoso las recientes declaraciones de Ripollés en las que aseguraba que una escultura caída por el viento le había pedido en una conversación de madrugada quedarse "como está", ha replicado, provocando las risas de los presentes: "estoy hablando de arte, déjate de 'ripolleses'".
Para el creador, lo principal en su obra es reivindicar "que no hay que someterse a dogmas". "Simplemente, la libertad", ha sentenciado.