VALNCIA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La localidad valenciana de Quart de Poblet ha vivido uno de sus actos más emotivos, el homenaje a los vecinos que han cumplido cien años. Este año se ha celebrado el 101 cumpleaños de Nicolasa Madrigal, que todavía vive sola y llegó al centenario en pleno confinamiento, cuando cosió mascarillas para toda la familia y se leyó un libro.
Eso sí, Nicolasa no aparenta 101 años, ni cien, ni siquiera 90. "Nunca se ha puesto enferma. Solo se ha operado una vez y ha sido de cataratas", destaca su nieta Pilar.
Nicolasa es una de las seis personas centenarias del municipio y la única que ha podido desplazarse a este acto, donde ha sorprendido a todos por su vitalidad, energía, sabiduría y una salud que a muchos les gustaría tener con cincuenta años menos.
Esta veterana ha desbordado simpatía y ha hecho que el evento, celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Quart de Poblet, haya sido divertido además de emocionante, resalta el consistorio.
Durante el homenaje, donde ha recibido un 'socarrat' y un ramo de flores, Nicolasa ha proclamado que lo único que pide a la vida es que sus cuatro hijos y nueras, sus nueve nietos y sus ocho biznietos "tengan salud y sean felices".
LA ABUELA EJEMPLAR QUE "HACÍA LO QUE QUERÍA"
La abuela ejemplar, como la define su nieta, aún diseña y confecciona sus vestidos, hace mantelerías a su nueras y todo lo que le piden sus nietos y biznietos. La aguja la enhebra a la primera y sin ayuda. No ha pisado una peluquería hasta los cien años, ya que se cortaba y tintaba el pelo ella sola, y el pulso lo tiene perfecto como se puede contemplar en lo perfectas que lleva las uñas pintadas.
Si se le pregunta, asegura que quien mandaba en casa era su marido aunque ella "hacía lo que quería". Y lo hacía fenomenal. Sin que su marido se diera cuenta, consiguió ahorrar peseta a peseta hasta conseguir el dinero suficiente para comprar una casa en Alcalá del Júcar (Albacete).
Nicolasa es natural de Tebar, un pueblo de Cuenca, donde nació el 22 de marzo de 1920. Su padre murió cuando solo tenía cinco años, tras lo que desde muy joven trabajó "sirviendo", como aún dice. Su marido era pastor y ella le convenció para ir a Quart de Poblet para que sus hijos tuvieran una vida menos dura.
Y lo consiguió, ya que ha creado una gran familia de quarteros y quarteras. La alcaldesa, Carmen Martínez, le ha agradecido que tomara esta decisión porque personas como ella han hecho "un pueblo mejor y más grande" .
En el mes dedicado a los más veteranos hay otras muchas actividades, como la celebración de las bodas de oro en el centro cultural El Casino. El domingo 6 de junio tendrá lugar este homenaje a todas las historias de amor y convivencia de las parejas que se casaron en 1971.
