Peritos dicen que el fallero acusado de abusar de dos menores de su casal distingue entre el bien y el mal

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: viernes, 25 febrero 2011 15:01

VALENCIA 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

Peritos que han declarado este viernes en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia han afirmado que el fallero del municipio valenciano de Alzira acusado de abusar sexualmente de dos menores de 10 y 12 años de su casal a los que solía cuidar "sabe distinguir perfectamente entre el bien y el mal".

Estos peritos que examinaron al acusado en diversas ocasiones han corroborado que éste padece un retraso mental leve, con un coeficiente mental entre el 50 y 69 por ciento, que afecta de forma leve a sus facultades intelectivas y volitivas, pero han señalado que este hecho no le impide diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.

Así, han señalado que el hombre, a pesar del retraso mental que presenta, puede llegar a entender que abusar sexualmente de menores está mal, y también puede comprender el significado de que un menor le diga que no quiere mantener relaciones sexuales con él.

Además, han indicado que el acusado, al padecer un retraso mental leve, no se le puede diagnosticar si sufre un trastorno de personalidad o un trastorno de evitación. En este punto, el perito propuesto por la defensa se ha mostrado disconforme y, de hecho, ha manifestado que el hombre padece estos trastornos descritos.

Respecto al testimonio ofrecido por los dos menores tanto en el momento de la denuncia como en instrucción, uno de los peritos ha señalado que fue coherente y en ellos se ha aportaron diferentes detalles, lo que demuestra que no fue un discurso aprendido de memoria.

Aunque el juicio no ha quedado visto para sentencia, ante la falta de tiempo para exponer las conclusiones definitivas de cada parte de este procedimiento, todas ellas las han elevado a definitivas, con lo que el fiscal mantiene la pena de 21 años y dos meses de prisión por un delito de abusos sexuales y tres delitos más de abusos sexuales continuados, con la atenuante analógica de anomalía psíquica; y el pago de una indemnización de 18.000 euros para cada víctima; mientras que la defensa reclama la absolución para su representado.

En la primera vista, el acusado incurrió en varias contradicciones y llegó a afirmar que las víctimas, a las que solía cuidar los viernes por la noche, "hicieron lo que quisieron". Asimismo, al principio mantuvo que los niños no subieron a su vivienda, aunque luego, al recordarle lo que declaró en instrucción, admitió que fueron "pero sólo a ver dos películas, la de 'Titanic' y la de 'Tiburón'.

"Ellos me pidieron ver las películas y me los llevé al domicilio para verlas, pero luego se fueron a la falla. Sólo les enseñé la habitación donde tenía las cintas", comentó ese día, y llegó a indicar, en un momento de su declaración, que los menores le hicieron tocamientos "e hicieron lo que quisieron" en la portería de su finca. Fue entre 2006 y 2007, según ha dicho. En lo que sí se mantuvo fue en que no abusó de ellos.

Contenido patrocinado