VALÈNCIA 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La primera ola de calor de cada verano se adelanta a un ritmo de cuatro días por década desde 1985, año a partir del cual se han producido un 90% más de olas de calor.
Así lo demuestra una investigación sobre el impacto de las olas de calor y el aumento de la temperatura del mar realizada por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), informa la Conselleria de Medio Ambiente.
Entre los fenómenos investigados por el departamento de Meteorología y Climatología se incluyen las precipitaciones torrenciales, la sequía, y los episodios de calor extremo, que se están convirtiendo en características permanentes del verano.
El análisis de los extremos de calor en períodos presentes y futuros es crucial para el desarrollo y diseño de medidas de adaptación con el fin de minimizar los efectos adversos.
El CEAM pone el foco en el impacto de las olas de calor en la salud de la población, así como la repercusión del efecto isla de calor urbana; es decir, la causa por la que las zonas urbanas experimentan temperaturas más altas que las zonas circundantes.
Por otra parte, el grupo de investigación realiza una monitorización continua de las condiciones del mar Mediterráneo para obtener datos que se publican de forma periódica. Así se puede analizar la temperatura del agua observando el informe de la climatología de la temperatura superficial del mar en la cuenca mediterránea, que también sirve de indicador de los efectos del cambio climático.
La investigación integrada y multidisciplinar que lleva a cabo el CEAM combina observaciones de última generación y modelizaciones de alta resolución, teniendo en cuenta los componentes del sistema climático (suelo, vegetación, atmósfera y océano), así como sus interacciones".
"Estos estudios científicos nos ayudan a prevenir la acción del cambio climático y el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos, destaca el director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco.