CASTELLÓN, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha decidido reabrir una causa contra una ginecóloga que retrasó una cesárea en la que el feto nació con parada cardiorrespiratoria, al considerar que existen indicios racionales bastantes de que la querellada pudo incurrir en infracción penal.
Así, la sala estima un recurso de apelación interpuesto contra un auto del juzgado de instrucción número 2 de Castellón, que establecía el sobreseimiento provisional de las actuaciones, y ordena la prosecución de la causa con la práctica, entre otras diligencias, de un informe pericial propuesto por los querellantes.
En dicho recurso, se argumenta que la resolución recurrida no ofrece la "más mínima argumentación" respecto del sobreseimiento provisional y que nada expone sobre el informe pericial que la parte querellante aportó a la causa ni sobre las declaraciones de las matronas que actuaron, medios que, en opinión de los recurrentes, son "claramente inculpatorios respecto de la actuación de la ginecóloga".
La Audiencia estima el recurso al considerar que "nada" se razona en la resolución recurrida, por lo que la indefensión de los querellantes es "palmaria", y añade que la vulneración de derechos es especialmente "más ostentosa" si se tiene en cuenta que hay varias diligencias de investigación practicadas de las que hay indicios de una posible infracción penal imputable a la querellada.
La sala apunta al respecto que puede suponerse que la juez de instrucción apoya su resolución en el informe médico-forense, aunque dicho informe "no razona suficientemente" la conclusión que afirma y, sin embargo, observa "mucho más fundado" el informe del perito, aunque sea de parte, por lo que considera "conveniente" la práctica de la nueva pericial propuesta.
La Audiencia señala que dicho perito de parte mantiene que ya el 20 de julio de 2011 -a las 35/1 semanas de gestación- debía haberse procedido a la finalización de la gestación, lo que razona indicando que el feto estaba todavía indemne, pero ya podía decirse que se estaba ante un caso de Crecimiento Intrauterino Reducido (CIR), con signos de redistribución hemodinámica por tener un índice de pulsatilidad "claramente por debajo del procedente para la edad de gestación".
OPINIÓN DEL PERITO
Además, el perito critica la actuación de la ginecóloga consistente en romper la bolsa anmiótica e indicar una inducción en las condiciones de la paciente, lo que -en su opinión- constituye una "clara y grave negligencia médica".
La sala subraya que la actuación programada por la querellada no fue correcta, ya que el ginecólogo de guardia se vio obligado a practicar la cesárea inmediatamente y -añade- "es claro que si el feto nació con parada cardiorrespiratoria, de haberse seguido la programación dispuesta por la querellada, el feto hubiera muerto intraútero".
