Estos son los cinco signos de alarma que hay que vigilar en los pies de los niños

Archivo - Un podólogo con una paciente
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Europa Press C. Valenciana
Actualizado: miércoles, 14 septiembre 2022 10:45

    VALNCIA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), con motivo de la vuelta al cole, ha advertido este miércoles de los cinco principales signos de alarma que hay que vigilar en los pequeños para evitar que deriven en problemas de espalda y en las piernas, incluso, afectar a la maduración de su marcha.

   Así, en un comunicado, señala que los cinco signos que revelan que hay que llevar al niño al podólogo son andar de puntillas, que los zapatos se desgasten rápidamente y duren menos de dos meses, que se toque mucho los dedos de los pies, que se caiga con demasiada frecuencia o que camine con los pies muy hacia dentro.

   Al respecto, la vicepresidenta del ICOPCV, Maite García, explica que a partir de los tres o cuatro años, como sucede con otras especialidades sanitarias, se recomienda hacer una primera revisión con un podólogo para valorar el desarrollo que están teniendo sus miembros inferiores".

   "Muchos padres se preocupan a esa edad porque ven que el niño o la niña tienen el pie muy plano, con poco puente, pero eso no es motivo de alarma, pero lo que hay valorar es si su pisada es armónica, natural", aclara.

   Por su parte, en la adolescencia es muy frecuente la hiperhidrosis y, junto a ella, la aparición de hongos, eccemas, verrugas plantares o papilomas. Por ello, es necesario utilizar un calzado adecuado a la edad y actividad que realicen para permitir un desarrollo físico y motor adecuado.

   Además, debido al rápido crecimiento de los niños, se aconseja revisar su calzado cada 6 meses para comprobar que sigue siendo adecuado. En concreto, el calzado infantil debe ser flexible, que

   el interior no tenga costuras, que esté realizado con materiales flexibles y transpirables, que tenga cordones o velcro para proporcionar una sujeción eficaz, que la parte trasera correctamente ajustada al talón y respetar el ancho del pie, intentar buscar hormas cuadradas y anchas para que los dedos de los niños tengan suficiente espacio y no se amontonen.

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