Torrent presenta el informe de la UPV sobre los daños de la dana de octubre de 2024 - AYUNTAMIENTO DE TORRENT
VALÈNCIA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un informe de la Universitat Politècnica de València (UPV) incide en que la geomorfología del municipio valenciano de Torrent cambió de "forma drástica" tras la dana del pasado de 29 de octubre de 2024, que se saldó con 229 víctimas mortales.
Así se ha dado a conocer este jueves en el Ayuntamiento de Torrent tras la presentación del 'Informe de Evaluación de los Daños provocados por la dana del 29 de octubre de 2024', un documento de más de mil páginas, elaborado por un equipo multidisciplinar de la UPV y que constituye el análisis "más completo" realizado sobre el comportamiento hidráulico, geomorfológico y económico de los daños sufridos en los barrancos de la localidad tras el episodio meteorológico "más grave registrado en décadas".
El estudio, realizado por los especialistas Francisco Javier Torrijo Echarri, ingeniero civil y doctor en Geología, José Sergio Palencia Jiménez, doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Eduardo Albentosa Hernández, ingeniero de Obras Públicas y Licenciado en Ciencias Ambientales y Miguel Angel Eguibar Galán, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y coordinador del informe, analiza con detalle el impacto de la crecida en la Rambla del Poyo, el Barranco de l'Horteta, la Cañada del Pequé, el Barranco de la Bota, la Soterraña y la zona de Calicanto, así como las consecuencias sobre áreas urbanizadas, infraestructuras municipales y zonas agrícolas.
Así, el documento identifica cambios geomorfológicos de "enorme magnitud" en los cauces como deslizamientos de ladera en múltiples tramos y erosiones profundas que disminuyeron "drásticamente" la capacidad hidráulica, acumulación de sedimentos, gravas y bloques en puntos críticos y desplazamientos masivos de material que modificaron el perfil longitudinal de los barrancos.
En total, el informe cifra en cerca de 2 millones de m3 de volumen de material movilizado solo en los tramos analizados, que afectaron directamente a la seguridad futura ante nuevos episodios de lluvia intensa. Al hilo, el volumen de agua arrastrado fue "colosal" y superó los registros habituales.
Además, el informe establece que la Rambla del Poyo soportó caudales "extremos", asociados a periodos de retorno de entre 100 y 500 años. Por otra parte en los barrancos de l'Horteta y el Pequé, los caudales se dispararon "muy por encima" de la capacidad natural de los cauces, por lo que la concatenación de crecidas simultáneas en tributarios agravó el fenómeno.
El análisis confirma que la magnitud de la crecida fue tan alta que parte de los valores registrados en aforo se encuentran en zonas de extrapolación de curva debido al límite de medición. Además, el estudio incorpora una modelación hidráulica completa pre-dana y post-dana que permite comparar escenarios en la que se observa que n algunos sectores aumenta la velocidad del flujo y disminuye la lámina de agua por la erosión y en otros, ocurre lo contrario: los depósitos de sedimentos y rellenos reducen la sección útil, aumentando el peligro de desbordamiento.
SOLUCIONES ESTRUCTURALES
Por ello, se proponen soluciones estructurales en laderas, cauces y áreas urbanas para la protección y estabilización de laderas inestables, así como la regeneración y limpieza integral de cauces en los tramos más afectados, entre otras.
Los autores recalcan que estas intervenciones deben priorizarse por fases, en función de su criticidad y de la seguridad que aportan. Además, el estudio presenta una estimación económica de 98 millones de euros, debido a la enorme extensión analizada, que incluye la reposición de taludes y laderas y la regeneración de tramos completos de cauces, entre otras acciones.
El Ayuntamiento utilizará este estudio como base técnica para "negociar" con la Generalitat y el Gobierno de España obras de emergencia y de largo plazo.
Asimismo, José Gozalvo ha destacado que tras las primeras labores de emergencia, el Ayuntamiento consideró la necesidad de encargar un estudio riguroso y científico, "la jornada surge de una necesidad colectiva: entender con rigor técnico qué pasó y cómo debemos actuar". Y ha añadido que, aunque se actuó de emergencia fue inmediata, tan importante es "recuperar como planificar".
"En los días posteriores nos enfrentamos a preguntas que no podían responderse a simple vista: cuánto se había erosionado cada tramo, si habían aumentado los riesgos de inundación o si los perfiles de los barrancos habían cambiado significativamente", ha asegurado Gozalvo.
Y ha apuntado: "Desde el primer minuto, y gracias a la reacción de los técnicos municipales, tomamos decisiones urgentes: asegurar zonas inestables, reforzar taludes, reparar redes dañadas y restablecer caminos", ha añadido.
"Nuestros vuelos con dron e inspecciones documentaron deslizamientos de ladera, desaparición de infraestructuras de cruce, acumulaciones de sedimentos en cauces y variaciones de trazado. Esto exigía una respuesta técnica, y la UPV ha hecho posible este análisis", ha añadido.