El director francés Stéphane Brizé estrenará en España 'No estoy hecho para ser amado"


MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El director francés Stéphane Brizé estrena en 33 salas españolas su película 'No estoy hecho para ser amado' un film que descubre a través del tango las emociones de unos personajes grises. El largometraje ganó el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos en la pasada edición del Festival de San Sebastián y ha tenido "muy buena acogida", según explicó su director, en los siete países donde se ha estrenado.

'No estoy hecho para ser amado' narra la historia de Jean-Claude, un agente judicial de 50 años y Françoise, una treinteañera que trabaja como orientadora social. Dos personajes que se encuentran en una clase de tango en un momento crucial de sus vidas y juntos liberan sus sentimientos a través de la danza porteña. Una historia repleta de "espacios abiertos" que serán los lugares que el director presta a los espectadores para que "cada uno se proyecte en ellos". La concepción del cine de Brizé pasa por provocar al espectador con historias humanas que emocionan y atacan directamente a la "público pasivo".

Brizé comenzó a escribir el guión de la película en 2001 y durante todo el proceso de creación mantuvo "todos los elementos iniciales", los personajes, su edad, su entorno y los lugares en los que se desarrolla el film.

ESCULTOR DE ACTORES

"Mis efectos especiales son los actores". Así definió Brizé el trabajo de los personajes principales interpretados por los actores franceses Patrick Chesnais y Anne Consigny. El director reconoció que suele entregar los guiones "una hora antes " de rodar para que los intérpretes no lleguen con "ideas preconcebidas" y mantener de este modo la "máxima espontaneidad". A partir de ese momento, el director hace una propuesta y "ellos crean un personaje", proceso que calificó como el de "un escultor con su materia prima".

Chesnais interpreta a un hombre de 50 años cansado y gris que en el ecuador de su vida se da cuenta de que "ha dejado pasar muchas oportunidades". Las notas melancólicas del tango despiertan en él la similitud con sus sentimientos y es entonces cuando el protagonista se "permite a sí mismo" acudir a las clases de baile que su capacidad nunca experimentada de ser amado. Allí conoce al personaje interpretado por Consigny que a punto de dar un paso definitivo en su vida y más acostumbrada a "cuidar a los demás que a sí misma", descubre como surgen sus emociones a través de la danza.

El entorno familiar de ambos personajes cierra el contexto en el que se desarrolla esta historia de personajes "antipáticos" que van descubriendo su ternura. Los papeles protagonistas fueron rechazados por todos los actores "conocidos" cosa de la que Brizé reconoce alegrarse.

EL CINE FRANCÉS

La presentación de la película por todo el mundo ha permitido al joven director francés descubrir que en Francia los cineastas poseen "muchos privilegios". Las leyes protegen a los creadores, sin embargo, desde hace unos años este sistema se ha visto atacado por los que "financian las televisiones". Tanto las cadenas públicas como las privadas son los que producen la mayoría del cine que se hace en Francia. Esto supone que los intereses comerciales estén dejando de lado a lo que ellos llaman "cine de autor" que según explicó Brizé, se ha demostrado que "es popular".

La película realizada con "bajo presupuesto" se ha estrenado en China, Japón, Rusia, Hungría, Alemania, Polonia y Estados Unidos. A pesar de las diferencias culturales, el director pudo comprobar como la gente se reía y lloraba en los "mismos momentos" del film. Efecto que para Brizé es algo "maravilloso" que demuestra que las emociones "traspasan la cultura".

Stephan Brizé cuenta en su filmografía con los cortometrajes 'Bleu dommage' y 'L'oeil qui traine'. Antes del largometraje que se estrena en España rodó en 1999 'Le bleu des villes' y en 2005 estrenó el documental 'Le bel instant' sobre la vida en un geriátrico.