MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Els Joglars ha dejado a un lado sus espectáculos de teatro para
embarcarse en un proyecto cinematográfico: "Buen viaje, excelencia!",
una película que narra los dos últimos años de vida del general
Franco. Albert Boadella dirige esta cinta, con un presupuesto de tres
millones de euros, protagonizada en los principales papeles por Ramón
Fontseré, Minnie Marx, Puilar Sáenz, Xabier Boada, Jesús Agelet,
Lluis Elías y María Teresa Berganza.
El Palacio de Fernán Núñez de Madrid es el escenario estos días de
algunas de las escenas de "¡Buen viaje, excelencia!", que comenzó su
rodaje el 28 de octubre, y que contará con otros escenarios en
Belchite (Zaragoza), Cogollos (Burgos) y los alrededores de Madrid.
La película hace "con ironía y humor", según Boadella, un retrato de
Franco centrado en los dos últimos años de su vida, pero con
"flash-backs" de su pasado -estos últimos rodados en blanco y negro-.
Un episodio en el que se muestra un poder ejercido por un enfermo y
senil dictador, cuyo entorno más próximo, no tiene más objetivo que
mantenerlo en vida a toda costa a fin de asegurarse su propia
supervivencia. "Han pasado los tiempos de la cruz y la espada y ahora
sólo se trata de sobrevivir, aprovechando, como en la leyenda, un Cid
que cabalga medio muerto, pero que sigue atemorizando a sus
adversarios debido a la feroz mitología del pasado", señala Boadella.
"UN SIMPLE DIVERTIMENTO"
El interior de El Pardo, con sus "sórdidos personajes", sirve para
"crear situaciones delirantes como consecuencia de un entorno
temeroso y servil". "La película cabalga entre la auténtica realidad,
apoyada por una mayoría de hechos comprobados, y determinadas
situaciones que bien pudieran haber acontecido en semejantes
circunstancias", afirma Boadella, sobre una historia "que huye de
cualquier impulso revanchista o del simple divertimento".
"¡Buen viaje, excelencia!", con el sello inconfundible de Els
Joglars, pretende, ante todo, "aportar una reflexión, no solo
específicamente sobre la sombra de un caudillo degradado, sino
también sobre la miseria mental y la ridiculez que entraña la
decadencia del poder absoluto", aclara Boadella. Para la ocasión, el
actor Ramón Fontseré se ha caracterizado para encarnar al ya
decrépito dictador, un trabajo de maquillaje de dos horas y media
cada día. "Estaba acabado física y psicológicamente; hecho polvo,
pero aún con ramalazos de crueldad y de hombre sin piedad", relata
Fontseré, quien encarna al "franco más patético de todos los años".
"PATETISMO, HUMOR E IRONÍA"
Pero la mezcla de "patetismo, humor e ironía" de la película, según
Fontseré, se debe a que "era un ser sin piedad, pero también podía
ser un viejecito encantador". Para darle más credibilidad, Fontseré
se ha documentado sobre Franco, "un hombre muy militarista,
africanista, muy de la época, muy gallego", dice.
"No era un hombre refinado de academia, aunque luego en su forma de
hablar y moverse tenía gestos un poco dulces, por llamarlos de algún
modo. Cierto amaneramiento", recalca Fontseré, que para esta película
tendrá que dar la imagen "menos enérgica y más agotada" de Franco,
quien por entonces padecía párkinson. Minnie Marx da vida a la
doctora Muller en esta producción de Lola Films, en la que Pilar
Sáenz es Doña Carmen Polo, Xavier Boada, el marqués, Jesús Agelet,
Pacón, Lluis Elías, el doctor Vicente y María Teresa Berganza,
Carmencita.