Francia y Rusia aterrizan en Cannes con el musical 'Les chansons d'amour' y un drama de Zviaguintsev

Actualizado: viernes, 18 mayo 2007 22:00


CANNES, 18 May. (EUROPA PRESS/Jorge Collar) -

Francia y Rusia aterrizan en la 60ª edición del festival de Cannes con la polémica 'Les chansons d'amour', del galo Christophe Honoré, y la segunda cinta del ruso Andrei Zviaguintsev (ganador del León de Oro por 'El destierro'), 'Izgnanie' (El destierro). La pasada noche, la taiwanesa 'Le voyage du Ballon Rouge', con Juliette Binoche, inauguró la sección 'Un certain regard'.

La competición se acelera con la entrada en liza de dos nuevos países: Francia y Rusia. Acogido más bien fríamente, a pesar de ciertos aplausos, 'Les chansons d'amour' es una película "especial" tanto por su tema (la bisexualidad) como por su forma (una acción entrecortada por una docena de canciones), que se adaptan a la situación.

Ismael (Louis Garrel) es el compañero de Julie (Ludivine Sangnier), pero Julie se entiende bien con Alice (Clotilde Hesme). Conclusión: pronto el trío comparte la misma cama. La tragedia se impone entre canción y canción: Julie muere de un ataque cardiaco; Ismael, triste, se consolará pronto del lado de un joven bretón, Erwann (Grégoire Le Prince-Ringuet).

La tercera película de Honoré ha abordado a menudo el tema de la homosexualidad. Su concepción de la existencia parece basarse en un postulado: todos los seres humanos son bisexuales. Hay un aire de provocación en sus películas, que hoy no choca a nadie.

CALIDAD Y HERMETISMO

Es cierto que es preciso un cierto esfuerzo para retener su nombre. Pero sin duda merece la pena: Andrei Zviaguintsev no es desconocido. Su primera película, 'El Retorno', había obtenido el León de Oro en Venecia en 2003 y ocasionado numerosos comentarios a causa de su calidad y al mismo tiempo de su hermetismo.

Ahora presenta en Cannes 'Izgnanie' (que podríamos traducir por 'El destierro'), una obra mucho más explícita que la anterior. Para no revelar sus recursos dramáticos, nos podemos limitar a decir que se trata de la historia de una familia, que viene de un ciudad y que se instala en un casa situada en plana naturaleza.

Alex (Konstantin Lavrorenko) y Vera (Maria Bonnevie) forman una pareja en principio feliz. Todo parece derrumbarse cuando Vera anuncia a Alex que espera un tercer hijo, pero que no es de Alex. Todo ello para abordar que ante los problemas las pruebas del amor son capitales.

Zviaguintsev, que ha recreado Rusia en el Sur de Bélgica, abandona el puro realismo para partir en una dirección religiosa, que se quiere discreta, a pesar de la larga cita de San Pablo sobre el elogio de la caridad. Tanto por la belleza de las imágenes como por esta dimensión religiosa, 'El destierro', con sus alusiones al sacrificio, al pecado y a la redención, entronca directamente con el cine de Tarkovski, en particular con su ultima película, 'El sacrificio'.

AIRE DE HOMENAJE

Un tercer país, Taiwán, abría la pasada noche la sección no competitiva 'Un certain Regard'. La película elegida tenía más bien el aire de un homenaje al veterano del cine de Taiwán, Hou Hsiao Hsien. Pero 'Le voyage du Ballon Rouge' (El viaje del globo rojo) es una producción enteramente francesa. Un filme, a todas luces de encargo, que transcurre enteramente en París y que es, a su vez, un homenaje a la película del francés Albert Lamorisse, 'Le Ballon Rouge'.

Hou Hsiao Hsien, que no habla francés, ha dejado a sus actores improvisar enteramente sus diálogos, una hazaña que es especialmente llamativa en el caso de Juliette Binoche y que se traduce por una sorprendente naturalidad.