MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
"No es fácil sobrevivir a Hollywood", sentenció hoy el director de cine Alex Holdridge quien retrata en su última película 'Buscando un beso a medianoche' el encuentro entre dos personas que tratan de ser alguien en Los Ángeles y lo que hacen cuando no les suena el teléfono. La cinta, rodada en blanco y negro, se estrena este viernes en España.
Wilson (Scoot McNairy), un joven de 29 años que acaba de pasar el peor año de su vida, es nuevo en la ciudad, no tiene ninguna cita, ningún plan concreto y tan sólo desea encerrarse a cal y canto para olvidar el pasado. Hasta que su mejor amigo, Jacob (Brian McGuire), le convence para colgar un anuncio clasificado en Internet, bajo el apodo de Misántropo. Le contesta Vivian (Sara Simmonds), una mujer tenaz empeñada en estar con el hombre ideal al sonar las campanadas. "Así comienza un encuentro a través del amor, el sexo y el romanticismo moderno el día de Fin de Año", según explicó.
La película está inspirada en su transición a Los Ángeles desde Austin, su ciudad natal, donde ya había rodado dos películas, 'Wrong Numbres' (Premio del Público en el Festival de Cine de Austin) y 'Sexless' (Premio del Público y del Jurado en el Festival South by Soutwest (FSXSW)). "Como muchísima gente, yo me vi en una ciudad inmensa, sin trabajo, sin dinero, lejos de mis amigos y con una relación de cinco años recientemente rota". "En esta tesitura pensaba que no tendría fuerzas para continuar --añadió--, pero me di cuenta de que era un momento en que podría expresar ciertas cosas que no sería capaz de decir en otro momento.
"MÁS CRITICA, MÁS CINE"
Por eso Holdridge reunió una documentación extensísima que bautizó como 'Si Los Angeles cayera en el océano no lo echaría de menos', en la que reunió sus propias experiencias y los testimonios de amigos actores "que tratan de hacerse un hueco y de encontrar una oportunidad que tarda en llegar y que muchas veces nunca lo hace".
"Cada vez es más difícil que las películas lleguen a las salas de cine", lamentó el director quien culpó de ello a la "brutal competencia de las grandes productoras y a la disminución de la crítica cinematográfica". "Creo que si a los periodistas se les diese la oportunidad y el hueco de descubrir nuevas películas por sí mismos y hablar de ellas eso permitiría darle voz a una nueva generación de actores con talento", apuntó Holdridge quien reconoció que comenzó a hacer esta película sin dinero y con el apoyo de amigos productores y actores.
En cuanto al estilo de realización, Holdridge admitió que más que en 'Manhattan', se inspiró en 'Broadway Danny Rose' (1984) de Woody Allen, y le dio, como el director a Mia Farrow, un papel de carácter fuerte a una mujer de apariencia frágil como su protagonista. Por otro lado, explicó que el blanco y negro le permitía contrarrestrar "la crudeza de los diálogos, los tacos y las alusiones sexuales con un blanco y negro que le aportase cierto romanticismo y la hiciese más atemporal".
"'Buscando un beso' refleja la posibilidad de salir del agujero negro en el que a veces nos sume la vida y como sus protagonistas, aunque no quieren nada serio, se valen el uno del otro para despertarse una chispa de energía que te permite continuar", concluyó.