LOS ÁNGELES, 11 May. (EUROPA PRESS - Mateo Anderson) -
Verdad o reto (Truth or Dare) parte del célebre juego con amigos donde tienes que escoger entre responder a una pregunta o hacer algo atrevido; pero con una vuelta de tuerca perversa, ya que incluye una presencia demoníaca que acaba con la vida de todo aquel que no haga lo que le toca.
La película ha sido escrita y dirigida por Jeff Wadlow (Kick Ass 2), que colabora con este título por primera vez con el productor Jason Blum y su compañía Blumhouse Productions (Paranormal Activity, 'Insidious, La Purga), toda una institución en el cine de terror.
¿Cómo surgió este proyecto y la oportunidad de trabajar con el productor Jason Blum?
Los dos teníamos ganas de hacer algo juntos, así que nos reunimos y me propuso hacer una película titulada 'Verdad o reto'. Entonces le pregunté por el argumento y me respondió: 'Sólo tengo el título'. Así que lo empecé a escribir.
¿Has jugado a este juego?
Muchas veces. ¿Quién no? Esa es la gracia de la película...
¿Qué recuerdos tienes del juego?
Bueno, con frecuencia el juego iba acompañado de unas copas, así que mis memorias son algo borrosas; pero recuerdo pasarlo muy bien y estar algo nervioso. Para crecer a veces hay que hacer o decir cosas un poco arriesgadas
Y si añades una presencia demoníaca, la cosa se complica aún mas...
Sí, claro, el demonio hace que todo de aún más miedo.
¿Cuál es el argumento entonces?
Es la historia de un grupo de amigos que igual no se conocen tan bien como pensaban y que acaban participando en un juego sobrenatural que los persigue, hasta el punto de que si no siguen las reglas, mueren.
Además, utilizas sus historias personales y relaciones en contra de ellos mismos.
En efecto, esa era la idea. No quería hacer una película de terror donde los muertos se acumulan sin motivo, porque pretendía que la audiencia se interesara por ellos. Y para eso era necesario saber más acerca de ellos y utilizar esa información en su contra durante el juego. Es importante que te importen los personajes y lo que les pasa.
Por cierto, cuando están poseídos les pones una sonrisa bastante perversa...
Sí, porque no quería que tuvieran el típico aspecto que hemos visto tantas veces, por lo que inventé esa sonrisa. Lo curioso es que tras una proyección que realizamos de la película con público se me acercó una mujer y me dijo: "¡Esa sonrisa es la tuya!" Así que, no sé, igual tiene algo de autorretrato...
