"Quizás Francia sea un país triste", afirma Éric Guirado, director de 'Un verano en la Provenza'

EP
Actualizado: miércoles, 3 septiembre 2008 17:25


MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director francés Éric Guirado señalo hoy que "quizás Francia sea un país triste". El realizador, responsable de 'Un verano en la Provenza', que se estrena el 12 de septiembre, trata en este film temas como la vida en el campo, la soledad, la vejez y las relaciones familiares. "Pero yo no quería enseñar una vida triste en el campo, hay mucha vida en el interior", subrayó.

De hecho, según Guirado, la intención de 'Un verano en la Provenza' es mostrar todo lo contrario, y con una pizca de humor. "Hay mucha soledad en el campo, pero también en la ciudad, aunque esté ocultada por la agitación", matizó en una entrevista con Europa Press.

Protagonizado por Nicolás Cazalé (conocido por interpretaciones en 'Caótica Ana' y 'Peregrinos') y por Clotilde Hesme (nominada a los Premios César 2008 por 'Les Chansons d'Amour'), el largometraje cuenta el verano de Antoine (Cazalé), que debe dejar la ciudad (muy a disgusto) para ayudar a su madre (Jeanne Goupil) en la tienda de ultramarinos que su familia tiene en el sur de Francia. Su padre (Daniel Duval), enfermo del corazón, no puede continuar conduciendo el camión que abastece las aldeas aisladas.

Al sustituirlo al volante, Antoine descubre el encanto de sus últimos habitantes, personas mayores olvidadas y solas. Testarudos, divertidos, vividores y a veces tiñosos, como la malhumorada Lucienne (Liliane Rovère), estos campesinos hacen que Antoine vuelva a reencontrarse con su infancia junto a su amiga Claire (Hesme) de quien secretamente está enamorado.

SEGUNDO LARGOMETRAJE

'Un verano en la Provenza' es el segundo largometraje de Guirado, que debutó con 'Quand tu descendras du ciel' y ganó los premios Cesar y Kodak Short Film en Cannes por su corto 'Un petit air de fête'. Guirado hizo el primer borrador del guión de 'Un verano en la Provenza' en el año 2000, cuando la película debería titularse 'Antoine y sus nubes'.

Al recibir el encargo de hacer para la televisión francesa unos retratos intimistas sobre profesiones itinerantes, se le ocurrió la idea de dar más detalles (inspirados en las situaciones reales que documentó) a su película sobre un tendero y su camión-tienda de ultramarinos. "Yo vengo del campo y los vendedores ambulantes daban vida a los pueblos. Las tiendas eran el corazón de la ciudad", contó, añadiendo que muchas veces ir al camión era una oportunidad de encontrarse con el vecino, charlar un poco e incluso ejercitarse.

"Quería hacer un film que reflejase nuestra época pero con otro punto de vista. Hablamos de la complejidad de la economía mundial, pero no nos fijamos en la vida cotidiana. Quería hablar de estas relaciones de una manera más cercana", detalló.

NADA DE TARJETA POSTAL

Guirado dejó claro que no "deseaba dar una visión de tarjeta postal al campo". "No me gusta la forma en que el cine muchas veces trata el campo, con una visión folclórica o humorística. Me quedo aterrado con la opinión que algunos parisinos tienen del interior", lamentó.

El director seleccionó diversos habitantes de Rosans (pueblo donde fueron tomadas las escenas) para participar en la película. "Gracias a los documentales, conocí a esta gente, aprendí a hablar con ella. Fue muy divertido seleccionarlos y trabajar con ellos", declaró Guirado sobre su experiencia con los "no actores". "Preferí eso a llamar a actores de París, que llegan, trabajan y se van con una visión de 'conquistadores'", explicó.

SOLEDAD EN LA VEJEZ

Entre los diversos temas que afloran en 'Un verano en la Provenza' (como relaciones familiares, amores complicados y problemas sociales), destaca la soledad en la vejez. "Quería tocar a la gente en relación a este tema en Francia y en el exterior", reveló.

"La verdad es que en diversos lugares, como Estados Unidos y Japón, mucha gente decía '¡Por fin una película que se interesa por las personas mayores!'. Este tipo de camión itinerante, por ejemplo, es la manera con que estas personas pueden mantener su independencia y su dignidad", señaló.

Guirado contó que siente atracción por películas sociales realistas, aunque crea que sea un género "frágil". "Hay espacio para todos y el cine francés y europeo tiene que prepararse para la batalla contra las películas chinas y estadounidenses. Me tranquiliza descubrir algunas sorpresas y confirmar que no siempre un gran presupuesto es garantía de un buen resultado cinematográfico", concluyó.