MADRID, 16 Ene. (EDIZIONES) -
Vivimos en una época cinematográfica en la que la diferencia entre secuela, remake y reboot es complejamente difusa. Debido a la escasez de ideas, o más bien la falta de valentía a la hora de asumir riesgos, las grandes majors prefieren echar la vista atrás -a los grandes clásicos del cine- en su afán por intentar encontrar la auténtica clave del éxito.
Y al hablar de éxitos cinematográficos no existe forma humana de evitar hablar de El Padrino. La cinta de Francis Ford Coppola es, ha sido y será, una de las mejores películas de todos los tiempos. Y como todo gran filme, no fueron pocos los problemas que surgieron durante su producción.
Un nuevo proyecto ha surgido en la gran capital del cine. Al estilo de películas como Hitchcock (en relación con Psicosis), Saving Mr. Banks (en la que relata la producción de Mary Poppins), o Cazador blanco, corazón negro (relacionada con la producción de La reina de África), el nuevo proyecto pretende abordar todo el proceso de producción que se llevó a cabo en los años previos al estreno de El Padrino.
Hasta cuatro guiones se han presentado ya para el denominado 'Making Of The Godfather'. Es cierto que se ha escrito ya mucho acerca de ésta película. Existen un gran número de libros y artículos que tratan sobre el variopinto elenco de personajes que participaron en la película, y de las condiciones caóticas en las que el rodaje se llevó a cabo. Sin embargo la pregunta es... ¿darían toda esta sucesión de anécdotas para una verdadera película?
El periodista y productor Peter Bart ahonda en este proyecto desde dentro (ya que fue uno de los responsables del El Padrino) en un nuevo artículo escrito para Deadline. "Es difícil hacer una película, pero más difícil es hacer una película sobre la realización de una película", comenta Bart.
"Al pensar en ello, es imposible no pensar en un actor interpretando a Coppola. O a Bob Evans. O a un actor tratando de interpretar a alguien tan idiosincrásico como Marlon Brando, mientras realiza uno de los papeles más emblemáticos de su carrera. Podría ser un suicidio", escribe el productor, que no termina de ver claro el proyecto añadiendo que "siempre ha tenido problemas con ver a actores interpretando a personajes reales, como John Wayne (David James Elliott) en Trumbo, o Tom Hanks haciendo de Walt Disney en Mr. Banks".
RISAS A CUENTA DE LA MAFIA
Bart también ha hablado sobre los guiones presentados, definiéndolos como "comedia negra". Sin embargo, pese a que durante el rodaje del clásico se dieron algunos momentos cómicos, Bart no termina de verlo todo cuajando para hacer una película.
"Hubo episodios cómicos, eso está claro", comenta. "Las protestas de la Mafia eran algo risible. Exigieron leer el guión, pero reconocieron que no sabían leer. Insistieron en que las 'referencias a la Mafia' fueran eliminadas, pero no había ninguna referencia a la Mafia", recuerda con cariño Bart en su artículo.
Peleas entre productores, gritos por parte del presidente de G & W (actual Paramount) o series esfuerzos por parte de Peter Duvall para intentar organizar al resto del reparto parece que eran el "pan de cada día" durante el rodaje. Sin embargo, nada que no se pudiese ver en cualquier otro tipo de producción de aquella época (incluso en la actualidad suelen estar presentes estos contratiempos durante los rodajes).
Sin embargo, las amenazas a las que se refieren los guiones entregados al proyecto brillan por su ausencia en la historia real. "Aquí está la contradicción básica: los responsables de estos guiones salen perdedores por un exceso de frivolidad", asegura el productor.
"La gente que se dedicó a hacer El Padrino eran personas entregadas a su trabajo, y recelaban de su éxito", concluye Bart, dando a entender que, si de verdad se va a llevar a cabo el proyecto, éste no va a tener absolutamente nada que ver con los hechos reales que rodean a una de las grandes obras maestras del cine.
