MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La compañía de Antonio Márquez ofrecerá a partir de mañana y hasta el 29 de octubre en el Centro Cultural de la Villa el estreno absoluto de su último trabajo: 'SMS1: Me gusta ser mujer ("esto no es un anuncio")', una coreografía de Nuria Leiva en la que, en tono de humor, se da un toque de atención al machismo que aún impera en la sociedad actual.
Márquez, quien recordó hoy que su compañía, apoyada por el Ayuntamiento de Madrid, acaba de cumplir once años, explicó que este nuevo trabajo (en el que precisamente él no baila) supone cierto punto de inflexión ya que, "manteniendo el lenguaje que caracteriza a la compañía, se aborda una pieza muy contemporánea".
'SMS1: Me gusta ser mujer ("esto no es un anuncio")' muestra el trabajo de una madre y ama de casa, que parece verse abocada, por su condición, a realizar las rutinarias tareas domésticas. En esta coreografía Leiva parte de los mensajes publicitarios para ir desgranando los distintos estados de ánimo por los que pasa una de estas mujeres.
"Aunque en mi caso es distinto porque yo viajo mucho y cuando estoy en casa me gusta ser el amo y dedicarme a todas esas cosas que parecen estar aún adjudicadas a las mujeres, hay que reconocer que los hombres, a pesar de todo, siguen pensando mayoritariamente que hacer la comida, cuidar de la casa y llevar los niños al colegio es cosa de la mujer", dijo el bailarín y coreógrafo.
La comicidad está presente a lo largo de esta pieza en la que, sin embargo, no falta el momento amargo en el que se alude al maltrato. La música del francés Hugues le Bars, con un toque de hip-hop, se une a la flamenca de Antonio Gómez para dar cuerpo a este trabajo.
La coreografía de Nuria Leiva ocupa la primera parte del espectáculo que se completa en una segunda con 'La vida breve', de Falla que bailan Márquez y Currillo y el 'Bolero' de Ravel, con coreografía de ambos.
IMAGINACIÓN E ILUSIÓN
Antonio Márquez explicó que la base de la disciplina que mantiene su compañía se fundamenta en el "trabajo" constante. "Ésta es una formación que gracias a ese esfuerzo hoy puede bailar cualquier cosa y a mi me gusta invitar a coreógrafos que les digan cómo quieren que bailen, porque todos ellos están capacitados para lo que les pidan".
En este sentido, el bailarín aseguró que actualmente se busca más la fama que el hecho de bailar bien. "Yo empecé soñando con ser un gran bailarín, no con ser famoso. La gente olvida que esto no es más que trabajo y que se aprende cada día. Bailar es como pintar sobre un lienzo blanco que debes terminar en cada función", declaró.
Asimismo, Márquez se mostró en contra de la política de pedir continuamente subvenciones. "Por más dinero que te den no crecerás sin imaginación e ilusión. Hoy todos se limitan a pedir. Yo me preocupo de dejar satisfecho al público", aseguró.
En este sentido, dijo tener muy claro que en esta profesión se está de paso y no olvidó mencionar y agradecer a sus maestros, como Víctor Ullate, lo que le enseñaron. "He tenido muchos maestros y procuro ser flexible con todos ellos y que cada uno pueda verse reflejado en alguna parte de mis espectáculos. Pero está claro que un artista debe buscar su toque personal y no imitar", agregó.
Por otra parte, Antonio Márquez comentó también una de las cuestiones que le amargan de vez en cuando: "Tengo muchas limitaciones por el tema de los derechos de autor, que resultan muy costosos. A veces me dan ganas de crear cosas exclusivamente nuevas pero soy un apasionado de los clásicos y seguiré pagando lo que haga falta. Me gusta la musicalidad y la esencia española", afirmó.
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